La obra de Ricardo Pérez y Verdes, con sede en Ponteceso, participó en un congreso internacional
27 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las bondades del Museo Etnolúdico de Galicia (Melga), con sede en Ponteceso, la obra de Ricardo Pérez y Verdes, las vamos conociendo bien en la Costa da Morte. Pero, con el paso del tiempo, también en el resto de España. Y del mundo. Un ejemplo reciente, de hace unos días. Pérez y Verdes se desplazó, en representación de la fundación que lleva su nombre y el propio museo, se desplazó a la ciudad medieval de Narni (centro geográfico de Italia, municipio más o menos como Carballo, 20.00 habitantes, región de Umbría) como representante y miembro de número de la Asociación Europea de Juegos y Deportes Tradicionales. El viaje no fue en balde: asistió a su asamblea anual, al congreso internacional y al festival de juegos y deportes tradicionales europeos, además de países de otros continentes. Curiosamente, la Asociación Galega do Xogo Popular e Tradicional de Melide también envió a un representante.
Fue una cita cosmopolita, con 18 países europeos, dos americanos, cuatro africanos y tres asiáticos. Para próximas citas habrá más compañeros de debate y aprendizaje, porque se adhirieron entidades de Hungría, Francia, Rusia, Rumanía, Canarias y Aragón. Como país invitado estuvo Honduras.
Como se ve, las cosas de los juegos tradicionales no son un asunto de niños, y casi parece la Unesco. Y el plan de trabajo recuerda más a las reuniones oficiales de alto nivel: informes, balance de los encuentros internacionales, retos de cara al futuro, los riesgos del inmovilismo, progresos en el reconocimiento político de este trabajo por los respectivos estados, red de datos de todos los miembros y debates sobre todas las cuestiones organizativas que les ocupan, que no son pocas. Los dos puntos más destacados fueron el debate y propuesta de creación de un día europeo, mundial e internacional de los juegos y deportes tradicionales, además de las próximas reuniones asamblearias y de invierno. La siguiente cumbre mundial, en el 2016, estará algo más cerca que Italia: en Santander, aprovechando el 75 aniversario de la creación de la Federación Cántabra de Bolo Palma, que fue aprobada en el 2013 en Verona. Pero lo mejor está por llegar: en el año 2017, la anfitriona de esta gran cita será Ponteceso. Todo un acontecimiento para el que, las cosas como son, ya no queda nada.
Nunca es tarde para aprender algo, y muchos menos en el apasionante y cada vez más desconocido (para las nuevas generaciones) mundo de los juegos tradicionales.