Muxía recurrió a camiones para no quedarse sin agua durante la Barca

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

MUXÍA

ALVELA

La escasez fue puntual por la afluencia a la fiesta y el suministro ya está normalizado

11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sobre el mediodía del sábado los técnicos municipales detectaron que el nivel del depósito principal que abastece de agua al casco urbano de Muxía bajaba de manera alarmante. El consumo asociado a la avalancha de visitantes por la romería de Nosa Señora da Virxe da Barca era superior a la capacidad de bombeo del sistema y el alcalde, Félix Porto, decidió contratar camiones cisterna, de los que se emplean habitualmente para el transporte de leche, para paliar la situación. «Non sabería dicirche canto litros nin cantas viaxes fixeron. Comezamos o sábado a iso da unha da tarde e estivemos continuamente ata as dúas da mañá, aproximadamente. E o domingo volvemos, tamén sobre a unha ata as tres ou asi. Máis que nada foi unha cuestión de prevención, porque non estabamos completamente seguros de que puidese aguantar», apunta el regidor, quien también señala que tuvieron dificultades para encontrar camiones, por lo que agradeció la colaboración de la empresa dumbriesa Hermanos Pérez, que le facilitó la organización de estos transportes.

En cualquier caso, Porto incide en que se trató de algo puntual. La situación no tiene, al menos de momento, nada que ver con la del año pasado, que durante varias semanas tuvieron que hacer uso de los camiones para el consumo ordinario. Es más, a su juicio obedece a que «se disparou o número de persoas que viñeron á festa, igual non tanto con tendas de campaña, senón en pisos de aluguer compartidos con moita xente dentro. Despois as duchas da praia,... Todo. É un gasto de auga inmenso», recalca el alcalde, que ayer no quería lanzar las campanas al vuelo en espera de lo que pudiese ocurrir la última noche, pero vio un ambiente excepcional, con incidentes mínimos. Únicamente mostró su preocupación por el estado de salud de un taxista de la localidad que sufrió un accidente de tráfico. «Iso foi o peor e esperemos que saia todo ben», señaló.

«A mellor proba é que tal día coma hoxe desta hora por aquí quedabamos catro de Muxía e hoxe xa vés como está todo», señalaba ayer por la tarde el presidente de la comisión y jefe de Protección Civil, Ramón Pérez Barrientos, que salía de una pulpería de agasajar con una comida a voluntarios y otros colaboradores en la organización.

En general, Barrientos también estaba satisfecho por cómo se van desarrollando los acontecimientos, con que no hubiese que lamentar incidentes graves y con lo que se ha mejorada en limpieza.

Limpieza

De hecho, al margen de la explanada del puerto y las calles del casco donde más trabajo tuvieron los servicios de limpieza, el panorama que presentaban ayer las principales fincas de la acampada, tanto las particulares como la de la zona del Vilar, donde este año el acceso era gratuito, tenía poco que ver con el de antaño. Sí se podían observar algunos plásticos e incluso casos puntuales de desaprensivos que en lugar de recoger sus tenderetes los dejaron convertidos en una amasijo de varillas y lonas. Sin embargo, lo dominante fue lo contrario. Espacios razonablemente recogidos y con la basura o bien dentro de los contenedores de obra dispuestos por el entorno o apilada en sacos, algunos de los cuáles repartió la propia organización.

De ahí que lo más lamentable de la fiesta fuesen las peleas, sobre todo la protagonizada por una joven de la localidad y otra de Camariñas, que el viernes, pasadas las cinco de la madrugada, llevó, primero a interrumpir la música de la fiesta y luego a suspenderla.