Moraime espera fondos que salden la deuda con su milenaria historia

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

MUXÍA

FERREIRO

La rectoral abrirá como alojamiento en junio y se esperan proyectos importantes

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La apertura en junio de la antigua rectoral de Moraime como hostel, un concepto que triunfa en toda Europa y que mezcla habitaciones compartidas tipo albergue con los servicios propios de un hotel, aspira a marcar un punto de inflexión para este enclave milenario, de los más importantes -por no decir el que más- a nivel patrimonial de la Costa da Morte y que ha atravesado por siglos de abandono. De hecho, a poco que se concreten los planes de inversión pública que hay sobre la mesa, Moraime podrá recuperar esa categoría de punto neurálgico de la zona, referencia turística sobre todo a través del Camino y espacio destacado para la cultura.

El alcalde, Félix Porto, no quiere soltar prenda, porque dice que no le gusta nada anunciar cosas que todavía no tiene del todo atadas, pero los tiros van en el sentido de la recuperación arqueológica del entorno, que conserva restos visigóticos y probablemente incluso vestigios romanos, como los de la fuente próxima a la iglesia. La idea pasaría, por tanto, por implicar a Concello, Xunta y Deputación y el resultado final podría ser un museo al aire libre entre otras actuaciones.

Porto ya se comprometió a poner de su parte con el dinero recibido por los eólicos y ahora falta que se concreten las intenciones autonómicas y provinciales, aunque las perspectivas son buenas.

De momento, lo que hay en firme es el compromiso de patrimonio para recuperar los valiosos frescos del muro norte de la iglesia, que ya acumula más de un año de retraso después de que se probasen con éxito las técnicas en la representación del papa Pío II de la pared oeste, y la apertura de la antigua rectoral.

El promotor, Francisco Canabal, asegura que van a abrir en junio, aunque la fecha de la inauguración oficial la determinará la agenda del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, cuya presencia está prevista.

«Las obras se encuentran terminadas y estamos ya con el mobiliario. Yo he quedado muy contento con el resultado, porque era un reto muy importante sacar adelante algo así en un lugar con tanta historia y, la verdad, resulta muy gratificante porque a la gente de Muxía y del entorno parece que también le gusta porque me están felicitando», señala Canabal que, a nivel burocrático, está pendiente de una autorización de Patrimonio, después de presentar de nuevo toda la documentación ante la Xunta, el Concello y otros organismos. Concretamente se trata de un reformado de los permisos, «que ni siquiera es un cambio de uso, el uso es el mismo solo que en lugar de hotel será un hostel», dice el empresario, que no cree que vaya a haber problema alguno en este sentido.

Canabal compromete su apoyo a nivel empresarial y personal para devolverle a Moraime ese lugar preeminente que tuvo durante muchos siglos en la historia de la Costa da Morte. «Si conseguimos implicar a la Xunta y la Deputación, yo creo que puede salir de aquí algo bonito e importante», afirma.

También el alcalde, aunque se muestre reacio a entrar en detalles, ve grandes posibilidades para el entorno. Durante años se ha quejado del estado de abandono, denunciado por múltiples personalidades del mundo de la cultura, y también agradeció las obras de la Xunta cuando se produjeron. Ahora considera que están ante un momento que puede marcar un punto de inflexión y, al igual que todos los implicados, confía en materializarlo.

El plan incluye la apertura al público de la iglesia con el hijo de la guardiana del templo de guía

Moraime, con su monasterio del siglo XI y declarado monumento nacional en 1972, culminó su decadencia en el siglo XV y la Desamortización, cuando ya solo quedaban en él dos o tres monjes, le asestó la puñalada definitiva, tal como señala el historiador muxián Manuel Vilar. Las tierras retiradas a la iglesia fueron vendidas a un vecino a finales del XIX y son ya muchos cientos de años de degradación, como atestigua el estado de los frescos descubiertos en 1974.

Ahora todo ello podría cobrar una nueva vida y con Estanislao García Touriñán, el hijo de Selvita, la guardiana del enclave durante decenios, en un papel protagonista. El empresario Francisco Canabal explica que ya le pidió permiso a la Iglesia para tener una llave del templo para abrirlo a diario y realizar en él visitas guiadas en gallego, castellano e inglés, que expliquen su importancia histórica por una cantidad simbólica que le será entregada a la propia Iglesia. Estanislao sería la persona encargada de ello.