Un oleaje impactante reparte daños en Malpica, Muxía y Corme

j. v. lado / t. longueira CEE, CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

x. búa

El acceso a Punta Nariga quedó restablecido después de 24 horas tras arreglar la empresa la avería en un eólico

01 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El temporal que azotó la Costa da Morte tanto en la noche del lunes como durante la jornada de ayer, incluso por la tarde, no tuvo grandes efectos en tierra, como ya indicaban las previsiones, más allá del fuerte viento y la lluvia, que llegó a amainar y a desaparecer por completo a última hora. Sin embargo, en el mar la situación fue bien distinta y la alerta naranja declarada por las autoridades, en bases a los partes meteorológicos, estaba más que justificada, atendiendo a los daños que ha dejado en varios puntos del litoral.

La boya de Punta Langosteira, el nuevo puerto exterior de A Coruña, registró olas de casi 16 metros de altura (15,8 para ser exactos), que no llegan a la monstruosidad de Vilán en el 2014 (27,81 metros), pero que se percibían perfectamente en la costa de la zona. Así, por ejemplo, en Camelle el agua saltaba por encima de los bloques de hormigón del dique de abrigo y en Muxía hizo lo propio en la zona del Coído, donde arrancó losetas de piedras y también se llevó por delante los sombreros de algunas farolas. Incluso en el otro costado del pueblo, en la zona de la playa, algunas de las pasarelas de madera por las que se accede acabaron en mitad del arenal.

En la comarca de Bergantiños también se dejaron sentir los efectos del viento y el intenso oleaje. Sobre todo durante la pleamar. Así, el paseo marítimo de Malpica amaneció ayer cubierto de una capa de arena. Varios bancos quedaron destrozados como consecuencia de las olas y en algún que otro local tuvieron que esforzarse por retirar los áridos acumulados en la entrada. Aunque, por suerte, según confirmó ayer el edil de Obras, Miguel Fernández, no hubo que lamentar daños relevantes.

A primera hora de la tarde de ayer la Policía Local reabrió al tráfico la pista que da acceso al faro de Punta Nariga, que tuvo que ser cortado el lunes por la mañana debido a una grave avería en un aerogenerador, cuyas aspas amenazaban con desprenderse debido a un fallo en el motor de freno. Los operarios de la empresa concesionaria esperaron a que el viento amainara para proceder a las tareas de reparación, que se dieron por finalizadas ayer al mediodía.

En Corme, el mar cubrió de arena, tierra y piedras los accesos al faro de O Roncudo, desde la rotonda.

Estampas curiosas

Sin embargo, tampoco todo fueron consecuencias dañinas. En algunos casos, lo que ha dejado el temporal son más bien estampas curiosas, como la de la playa de Traba, en Laxe, cubierta por una densa capa de espuma. En otros muchos puntos del litoral, fue la simple fuerza del mar y el impacto de las olas contra muelles y acantilados lo que despertó la atención vecinal.