La conselleira de Territorio, Beatriz Mato, firmó ayer la aprobación del de Muxía
12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La reciente entrada en vigor de la nueva Lei do Solo de Galicia, que salió adelante únicamente con los votos del Partido Popular, ha pillado con los deberes urbanístico sin hacer, o al menos sin terminar, a la mitad de los concellos de la Costa da Morte. Eso sí, algunos de ellos, caso de Dumbría y Fisterra, han echado el resto en estos últimos meses para sacar adelante un planeamiento que tenían pendiente desde hace años. Sin embargo, otros como Cee, Cerceda, Corcubión, Malpica o Vimianzo tienen todavía por delante mucho trabajo, en algunos casos de acuerdo político porque tampoco lo hay.
Quién ha dado carpetazo, al menos de manera parcial porque precisa bastantes mejores, sobre todo en cuanto a edificabilidad, es el gobierno de Muxía, porque la conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, firmó ayer a mediodía con el alcalde, Félix Porto, la orden de aprobación definitiva del PXOM de la localidad. Lo hizo, además, en un ambiente de júbilo y de agradecimientos mutuos entre ambas Administraciones. De hecho, Porto quiso destacar especialmente el trabajo realizado durante años por el edil de Urbanismo, Samuel Lago, y por la secretaria xeral del ramo, Encarnación Rivas, ambos presentes en la firma, junto con otros ediles del PSOE y el diputado popular Ambrosio Oróns. Eso sí, también dejó clara la necesidad de «melloralo e adaptalo» a las necesidades.
De hecho, este plan fue abordado de urgencia con la intención de salvar de la piqueta viviendas particulares que no estaban legalizadas. El propio gobierno reconoció que es mejorable y desde la oposición recibió duras críticas, sobre todo por lo que limita la expansión urbanística.
En cualquier caso, para la conselleira el de ayer fue «un día importante para Muxía e para a Xunta de Galicia» porque, a su juicio, contar con un planeamiento es una «necesidade vital» para todos los municipios de la comunidad, en la medida de que condiciona buena parte de su futuro, empezando por el desarrollo económico y social, imprescindible para fijar población.
De ahí que hiciese un llamamiento para mantener el urbanismo «afastado totalmente da liorta política», porque como evidencia el caso de Muxía, con un trabajo de 13 años en el que la Xunta invirtió en torno a 100.000 euros, normalmente los planes obedecen a la tarea de equipos distintos con el paso del tiempo. Motivo por el cuál dijo que a ella le ha correspondido «recoller o traballo desenvolvido por moita xente» antes, tanto en la Administración Autonómica como en la municipal.
El caso de la zona, en el que solo ocho de los 16 concellos tienen su normativa urbanística actualizada (algunos como Carballo y Coristanco además desde hace muy poco tiempo) no es ni mucho menos excepcional en el conjunto de Galicia, como puso de relieve Mato con los datos aportados. Dijo que, con Muxía, son 85 de los 314 ayuntamientos, aunque lo interpretó como un logro ya que, como recalcó, cuando asumieron el gobierno en el año 2009 no había más que 33 en esta situación.
Por tanto, reiteró su intención de colaborar con todos los municipios. De hecho, señaló que en estos momentos la secretaría xeral está «asfixiada» con todos los documentos que recibió justo antes de la entrada en vigor de la Lei do Solo, y que hay disponibles más de tres millones de euros para invertir en planeamientos.