Medio año después de que la Xunta de Galicia solicitase en el Concello de Muxía la licencia para iniciar las primeras de las obras previstas para frenar el deterioro de la iglesia de San Xiao de Moraime, un templo del siglo XII, las obras siguen sin concretarse, tal como han confirmado fuentes municipales.
Estos trabajos, previos a la recuperación de los murales datados entre los siglos XVI y XVII, y que son el mayor atractivo patrimonial del enclave por su singularidad, consisten básicamente en separar el terreno exterior de los muros para evitar que se siga filtrando humedad. Una intervención que asciende a poco más de 92.000 euros, de los 64.000 corresponde a obra efectiva, que, acumula ya muchos retrasos. De hecho, varios expertos dieron la voz de alarma por la pérdida de las pinturas hace ya años. Y, de hecho, la Consellería de Cultura incluso ha cuantificado las intervenciones necesarias que rondarían los 200.000 euros. Eso después de que en el año 2006 ya se invirtiesen otros 150.000, la mayoría procedentes de fondos Feder en la reparación de la cubierta y otros elementos vitales para su conservación.