La piscina cerrada de Malpica y el náutico de Muxía son de lo poco que rompe la norma

La Voz

MALPICA DE BERGANTIÑOS

28 abr 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Para encontrar inversiones nuevas reseñables en instalaciones deportivas, al margen del fútbol, hay que retrotraerse al 2011 con la piscina de Malpica. Fue la gran apuesta del Concello, gobernado por aquel entonces por el socialista José Ramón Varela Rey y que supuso una inversión de 1,3 millones de euros procedentes del Plan E. El complejo se abrió en plena campaña electoral durante un mes hasta que el sillón de la alcaldía cambió de manos. Entró el PP y lo primero que hizo fue cerrarla. Luego aprobó un reglamento y completó una serie de obras adicionales, que supusieron una inversión de 300.000 euros. A día de hoy sigue cerrada y no hay visos de que se abra a medio plazo por su elevado coste de mantenimiento, estimado en 360.000 euros al año.

El año anterior, con una inversión de casi dos millones de euros, se inauguró el náutico de Muxía, que tampoco se puede considerar una inversión estrictamente deportiva, porque en ella pesan bastante más los objetivos turísticos. Era una promesa desde el Prestige y en aquel momento parecía que se iba a convertir en el primero de muchos, porque había proyectos e incluso un plan integral para otras localidades de la zona, del que, a día de hoy, lo único reseñable es el inicio del estudio de viabilidad para el de Corcubión, que se anunció hace solo unas semanas.

También en el mar, más concretamente en la desembocadura del Xallas y con un carácter bastante más modesto, está desde el verano del 2014 la base de kayak del Concello de Dumbría, que permite disfrutar del entorno de la cascada a remo, también con un alto componente turístico.