La cofradía de Malpica recurre a los ERE para zafarse de la ruina

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Ana Garcia

La entidad tiene menos trabajadores que nunca, solo dos en las oficinas

22 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La que fue principal cofradía de la Costa da Morte y una de las más importantes de Galicia atraviesa una crisis sin parangón en la zona. El plan de viabilidad puesto en marcha en enero del 2015 no ha dado los resultados esperados y ha sido necesario recurrir a varios ERE para zafarse de la bancarrota. La situación es tal que el patrón mayor, Pedro Pérez Martelo, incluso le dijo a la conselleira do Mar que estaban valorando la posibilidad de un traslado a la planta alta de la lonja, una clara llamada de auxilio para intentar resolver una apuradísima situación financiera que no tiene visos de solucionarse.

En la oficina solo hay ahora dos personas, con un expediente de regulación de jornada, lo que supone una merma en la atención a los armadores y marineros. Los dos ERE de suspensión temporal, por un año, corresponden al trabajador de la fábrica de hielo y al conductor del camión, que también ayudaba en la lonja. En poco tiempo la cofradía ha pasado a tener solo cuatro empleados.

A mediados de diciembre del 2013, el 90 % de los armadores aprobaron 20 medidas destinadas a superar una crisis que venía de muy atrás y que se materializó con una enorme deuda, de unos 300.000 euros con Portos y con la Seguridad Social, fundamentalmente. Entonces se acordó que los armadores aportarían el 1 % de las ventas que realizaran fuera de la lonja y que también pagarían una cuota anual, además de la subida del precio de los servicios, congelado desde el 2004. Sin embargo, la aplicación de las medidas no ha logrado que la cofradía haya podido devolver el dinero que debe, aunque le ha permitido hasta ahora mantener los sueldos. De hecho, el patrón mayor reconoció que lo principal era mantener el empleo.

El cierre de la lonja, que cada vez vende menos, no es una opción porque sería una catástrofe para todo el pueblo de Malpica. El movimiento económico caería probablemente un 30 %.

Una posibilidad sería la suspensión de pagos, con lo que entraría en concurso de acreedores y un administrador se haría cargo de la gestión. Se obtendría así una quita de la deuda con la Administración y los bancos, pero es un sistema muy peligroso porque estos trámites suelen terminar en la disolución de la entidad.

Tampoco la venta de patrimonio se podría considerar. De la cofradía es la Casa del Mar, que acoge el ISM y tiene un bar en el bajo. Cuando se habló de la posibilidad de un traslado a la lonja, que no se ha valorado económicamente, se planteó el alquiler de alguna de las plantas, pero se trata de una posibilidad muy remota, casi imposible.