Una vida marcada por el fútbol

Ramón Piña

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Piña, en el estadio de Riazor. El Deportivo, además del Bergantiños, han sido claves en su trayectoria<span lang= gl >.</span>
Piña, en el estadio de Riazor. El Deportivo, además del Bergantiños, han sido claves en su trayectoria. j. m. casal< / span>

«Siempre di lo máximo por el Bergantiños, y procuré ser recto y muy disciplinado»

15 dic 2019 . Actualizado a las 20:24 h.

Nací en Buño, y allí pasé los primeros 12 años de mi vida, hasta que me fui a los Maristas de Tui. Mi madre es de la localidad, y mi padre procedía de Mera, en Oleiros. Albañil, vino a trabajar a Buño y en Buño se quedó. Cuando yo tenía unos 9 años (tengo dos hermanas, soy el del medio), emigró a Suiza, donde pasó muchos años. Aunque he vivido buena parte de mi vida en A Coruña, mi vinculación con Bergantiños no termina ahí, ya que mi mujer es de Pazos.

Los otros lazos con la comarca vienen por la parte deportiva. Las primeras patadas al balón las di en la plaza de Buño, junto al cruceiro. Recuerdo cuando se construyó el actual, el de Xaviña: debió ser de los primeros grandes de la comarca, junto al de Ponteceso.

Cuando venía a casa de vacaciones, jugaba con el equipo local. Pero el gran cambio llegó el día que, estando en el colegio con 16 años, apareció Pintos, entrenador del Deportivo juvenil, para buscarme. Lo hizo en taxi, acompañado de mi padrino Sobrino. Me dijo que quería ficharme para el Deportivo. Le contesté que ese día, no, pero que me lo pensaría.

A los dos días ya estaba en A Coruña.

Así comenzó mi carrera deportivista, hasta los 29 años. Pasé dos en los juveniles, y jugué todos los partidos, lo mismo que los dos años que estuve en la selección gallega. En el torneo juvenil de la UEFA fui internacional juvenil con España cinco veces frente a Inglaterra, Holanda, Austria, Polonia y Malta, compartiendo vestuario con Juanito, Arconada, Satrústegui, Olmo, Pepe Juan o Marcelino, entre otros. También jugué todos los partidos en el Fabril con Joanet, y fue preseleccionado por Toba para la sub-19. Ya en el primer equipo disputé más de 200 partidos. Hasta que tuve una salida un poco tormentosa. Con Peralta y Jorge, que habíamos estado en todos los choques de liga. Después pasaría un año en el Lugo, justo antes de comenzar mi andadura en el Bergantiños.

Fueron Chicho Calvo y el señor Rega (para mí, siempre un señor, a los dos les guardo un cariño especial) los que me llamaron para el Bergan en Regional, donde estuvimos dos temporadas, y ascendimos a Tercera, y después a Segunda B. Ahí colgué las botas y me quedé de segundo entrenador con Julio Díaz, un fenómeno de persona. Mi vida como técnico seguiría con los juveniles del Bergan, una campaña, y otra con el Bergantiños B. De aquellos tiempos, mi mejor recuerdo es haber aprendido y enseñado a futbolistas como Lema, Miguel, Dani, Tasende, Molk, Rubén o Marquitos.

Mi cambio en el banquillo llegó cuando la directiva, con el conjunto aún en Segunda B, cesó a Segura. Chano Calvo y Xusto Pose (también les guardo mucho cariño) me dieron la oportunidad de hacerme cargo de la primera plantilla. Aquella temporada bajamos a Tercera. Era 1989, por cierto, cuando en Albacete saqué el título de entrenador nacional. En Tercera subí a la mayoría de los juveniles. Fue una temporada complicada, pero la siguiente ya no, porque nos clasificamos para el play off a Segunda B. Y la que vino fue aún mejor: campeones de Tercera, 27 jornadas seguidas sin perder (solo caímos en dos encuentros). De nuevo al play off, pero no ascendimos. Si tengo que hacer balance de esos años, solo puedo dar las gracias a todos los jugadores, directivos y aficionados que me aguantaron. Siempre di lo máximo por el Bergantiños, y siempre procuré ser un profesional recto y muy disciplinado.

Mi vida profesional siguió por muchos campos: entrené al Ferrol, Betanzos, Cerceda, Vilalbés, Mesón, Queixas, Ordes o la selección coruñesa de cadetes. Estuve con Ballesta ocho años en la selección UEFA de Tercera, y el último año quedamos campeones de España. También fui vocal de la Escuela de Entrenadores y comentarista en varios medios de comunicación. Entre ellos, Radio Voz.

Tras tantos años en los terrenos de juego, creo que la diferencia principal entre los tiempos de antes y los actuales es que ahora hay más medios, y los chavales están más preparados. En mi época no nos daban ni las botas. En el Deportivo las comprábamos los jugadores. No teníamos ni ropa. Hoy, eso es impensable. Los campos también son otros: la mayoría estaban embarrados. Lo que no ha cambiado es la actitud de los jugadores: ni mejores, ni peores.

No echo de menos aquello, porque la vida sigue, todo me fue viniendo y lo disfruté. Me gusta ser entrenador, pero ahora ya es más complicado. Pasan las épocas y llega otra gente, siempre ha sido y será así. Pero la vestimenta de jugador sigo con ella, eso no te lo quieta nadie: te acompaña hasta el último día.

DNIRamón Piña Martínez. Nació en Buño en 1953. Exfutbolista y entrenador, además de delegado comercial de Alsa en Galicia. Miembro de la candidatura de la actual directiva del Deportivo, como asesor del presidente Tino, viaja con el Fabril todos los domingos y alguna vez con el primer equipo en calidad de representante institucional.