Mikaela contra viento y marea

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

La reina del entroido salió puntual a pesar la lluvia

14 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No llegó a Buño la marea, pero, por veces, parecía que era el mar el que azotaba el pueblo alfarero. A pesar del mal tiempo, la Mikaela se presentó en Canta la Rana con su habitual y escueta vestimenta, acompañada este año por una corte de jóvenes numerosa, pero deslavazada en el recorrido habitual por los bares del pueblo y eso que a primeras horas de la tarde ya era evidente el monumental botellón en el que se había de convertir la localidad. Por todos lados jóvenes disfrazados llevaban bolsas de supermercado llenas de alcohol o acunaban como si fueran bebés, botellas de refresco de dos litros.

José Fariña, a sus 82 años veía por primera vez a la Mikaela. Había llegado de Cereo con su nieta, perdida entre la multitud de jóvenes disfrazados, y aunque había terminado su cometido, quiso quedarse.

De toda la Costa da Morte vinieron en bandada para disfrutar «mentres estean en pé», sentenciaba Lola desde la experiencia de toda una vida en Buño.

Algunos trabajaron de lo lindo para no desmerecer a la reina del entroido de la Costa da Morte, como Sergio Cancela que desde Malpica se trajo un papamóvil con toda su comitiva. No fue la única carroza, porque vehículos los hubo y de todo tipo, incluso algunos conductores empeñados en mostrar la cilindrada de sus vehículos en una carretera atestada de gente. Por haber, incluso hubo en el techo del autobús de la organización unas gogós tan ligeras de ropa como la propia Mikaela.

Guarecerse

Cualquier saliente parecía bueno para protegerse de la lluvia, desde la carpa de la organización con música hasta el esqueleto de una construcción, donde se abrigó una pulpeira. Los jóvenes buscaban abrigo en portales e incluso en los toldos de los muchos puestos de comida que jalonaban la calle principal, lo que hacía que hubiera grupitos por todas partes.

Esa circunstancia y cierta descoordinación entre los conductores de los vehículos hizo que la Mikaela hiciera buena parte del recorrido prácticamente sola. A pesar de eso, la fiesta volvió a resultar un éxito de convocatoria y la más loca del carnaval de la Costa da Morte.