Aumenta la demanda de palangres fabricados en la zona y se estanca el enmalle

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

JOSE MANUEL CASAL

Rederas de Malpica solicitan más cursos porque necesitan personal para trabajar mientras en Corme están paradas

29 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las rederas de la asociación O Fieital de Malpica se especializaron en la fabricación de palangre y en las redes del cerco. En fabricación de anzuelos en línea la demanda es tal que la entidad solicita más cursos para formar a más atadoras y atender todas las peticiones que les llegan desde el País Vasco, Cataluña o la propia Galicia. La actividad que exhibe el colectivo malpicán contrasta con la falta de encargos de las integrantes de Illa da Estrela de Corme, que este año se han centrado en la elaboración de accesorios de moda, algo que las ha hecho entrar en Artesanía de Galicia, pero que no supone grandes ingresos. Este grupo se dedica a las artes de enmalle y trabaja para efectos navales, lo que les hace estar pendiente de los encargos que les realizan.

En ambos casos, la principal amenaza es el intrusismo. Unas y otras tienen la correspondiente certificación profesional, pero se encuentran con que todavía hay muchas mujeres y algunos hombres que hacen este trabajo en sus casas, lo que provoca una bajada de los precios.

Sin embargo, uno de los problemas fundamentales es que muchas de las que se forman oficialmente terminan por no dedicarse a esta actividad, muy exigente físicamente, y poco rentable económicamente, sobre todo porque casi todas son amas de casa y no se dedican toda la jornada. La presidenta de O Fieital, Ángeles Mille, considera que para la supervivencia del sector sería importante poder crear la figura de la aprendiza. Una vez que se terminan los cursos, a la nueva profesional se le exige el alta en la Seguridad Social, pero la falta de práctica suele hacer que no tenga habilidad suficiente para ganarse la vida, con lo que muchas abandonan.

Veinte personas forman ahora parte de la entidad, que atiende tanto a los palangreros como a los barcos de cerco. Como ocurrió con las atadoras de enmalle, tuvieron que hacer frente a la competencia de las fábricas chinas, pero en el caso del palangre, los comprados en el extranjero no dieron buen resultado, por lo que se mantiene la demanda de esta arte.