La DGT sospecha que las irregularidades en el firme de la AC-840 provocaron el sábado el accidente fatal del motorista de Leiloio, enterrado el lunes
08 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.David Varela Abelenda, un vecino de Leiloio (Malpica) de 32 años, se dejó la vida el sábado cuando pilotaba su moto. Circulaba por la sinuosa vía que une Betanzos y A Golada, la carretera autonómica AC-840. Cuando ascendía por el tramo en dirección a Curtis sufrió una caída, su moto y él tomaron trayectorias diferentes y su cuerpo acabó bajo un vehículo que bajaba en dirección a Oza dos Ríos. Fue enterrado el lunes, en un acto al que acudieron centenares de personas.
En este tipo de siniestros la excesiva velocidad acostumbra a ser un ingrediente habitual, pero en el caso del sábado el equipo de atestados de la DGT que acudió al lugar de Trasanquelos hizo constar en el informe la presencia de continuos y profundos baches en el carril por el que subía David. No fueron testigos del grave accidente, pero sospechan que esas irregularidades en el firme de la carretera son la clave del fatal desenlace en el kilómetro 14,200.
Para los vecinos de esta zona que un día perteneció al desaparecido municipio de Cesuras, el del sábado es solo un episodio más en la larga lista de tragedias. A pocos metros de donde perdió la vida David vive desde hace 42 años Ádila Vázquez, testigo de este y otros muchos siniestros. Intenta abarcar el tramo conflictivo gesticulando con los brazos: «Dende o cruce ate a zona que chaman o Igrexario levan polo menos cinco mortos en tres anos». Y los cinco conductores de moto. Ella misma ha acudido numerosas veces -«sobre todo no inverno, cando fai frío e chove»- a atender a los accidentados con mantas y toallas, además de ser la primera en llamar para comunicar los siniestros. «Alí arriba a un cortáronlle unha perna, e o compañeiro morreu», recuerda. También ha sido testigo de los parches realizados por la consellería, unas obras especialmente frecuentes después de producirse accidentes.
«E as motos tampouco pasan a modo, desde os sábados pola tarde non podes asomar que isto é un perigo», dice esta vecina del lugar conocido como Casilla de Forcada. Ella misma presenció todo el operativo desplegado en la tarde del 4 de abril tras el accidente, una situación que desgraciadamente ha dejado de ser noticia entre los residentes de Trasanquelos y de buena parte de la vía que discurre hasta Oza, donde son visibles numerosas cruces que recuerdan a varios fallecidos.
A raíz del último siniestro, el presidente de la junta gestora de Oza-Cesuras, Pablo González, instó a la consellería «a poner una solución y reparar el firme de esta vía tan problemática».
Desde la Administración autonómica apuntaron ayer que están a la espera de recibir el atestado de la DGT «para facer unha valoración». No obstante y, al margen del siniestro, desde la Axencia Galega de Infraestruturas apuntan que se va a realizar una reforma del firme en varios kilómetros de la AC-840.