Botado otro barco de fibra del astillero de Laxe, con encargos hasta el 2019

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

LAXE

Xosé Manuel Casal

El pesquero, para nasas, es el «Madre Adriana», que va para Sardiñeiro

25 may 2017 . Actualizado a las 10:58 h.

La botadura del Madre Adriana fue tan bien que el armador, Ramón Domínguez Canosa, invitó a comer a los hermanos Carracedo, a los que encargó este naseiro de 12 metros de eslora en el que trabajará con sus hijos y que tendrá base en el puerto de Sardiñeiro. Ahora habrá que esperar al viernes para que los inspectores de la Capitanía Marítima de A Coruña hagan las pruebas de estabilidad y un mes más para que esté lista la documentación de la Xunta. Ramón Domínguez espera poder tener el nuevo barco, que lleva el nombre de su esposa, a principios de julio y aprovechar algo de la campaña del pulpo.

Sin embargo, ayer Laxe fue una fiesta para esta familia de pescadores fisterráns y a ella acudieron hijos, nueras y nietos.

La operación, que se inició a primera hora de la mañana, cumplió con los horarios previstos, a pesar de que los barcos que salen de la factoría de los hermanos Carracedo tienen que llegar al puerto por carretera y cruzar la localidad. No hubo problemas porque ya hay experiencia, ya que el primer pesquero botado, el año pasado, fue el Novo Castelao de Malpica, de más de 20 metros.

Ayer fue día de celebración, pero hoy hay que volver a trabajar porque la empresa tiene encargos para el próximo año, que está prácticamente completo.

Los Carracedo hicieron moldes de barcos de madera, como el que hay a la entrada de Laxe, y ahora pueden fabricarlos de diferentes medidas.

A finales de febrero, el astillero terminó el Novo Cristo, un cerquero de Laxe, y ahora está inmerso en la fabricación de otro pesquero, este de artes menores y para Suances, en Cantabria, con una eslora de 15 metros. La idea es botarlo en noviembre, pero en cartera hay otros encargos ya cerrados. Para el 2018 hay otros dos pesqueros ya encargados y un tercero que está en fase de negociación y diseño.

A finales de este año comenzarán a trabajar en un cerquero de 22 metros para Malpica y después empezarán con otro barco de 12 metros para Noia.

El hecho de que la nave se encuentre a varios kilómetros del mar no ha supuesto un inconveniente para la fábrica, aunque limita sus posibilidades de crecimiento. Para la botadura utilizaron un camión, como en ocasiones anteriores, y una grúa.

La operación despertó el interés de muchos vecinos de Laxe y de profesionales de la pesca. Hasta el pasado año, el astillero solo se dedicaba a las embarcaciones deportivas. Era uno de los principales constructores de Galicia y de los mayores de España.