El martes se cumplieron cuatro años justos de la aprobación, por el Consello da Xunta, del Plan Territorial de Contaminación Mariña Accidental (Camgal), presentado por el presidente Feijoo como «unha folla de ruta completamente actualizada para os próximos catro anos, un marco xeral de actuación ante sucesos como o do Prestige». Faltaba poco para el décimo aniversario del hundimiento del petrolero. De ahí se derivan los planes locales, aunque no se hayan desarrollado demasiado. Pero, viendo la letra pequeña, tendrán más posibilidades de ser aplicados en cuestiones menores, de pequeños vertidos, que en los grandes. La realidad es que los grandes desastres se evitan mejor con grandes medios, ya desde la creación y ampliación del corredor de Fisterra. Pero también con la puesta en marcha del radar de tráfico marítimo de Berdeogas, uno de los más importantes de Europa, o de la proximidad del buque remolcador polivalente Don Inda en el muelle de Brens (a veces, Laxe, y a veces sustitutos como el Ría de Vigo). En ambos casos, promesas del Gobierno tras el Prestige que se hicieron realidad.