Son los datos del Ministerio de Medio Ambiente. Muchos arenales, no obstante, disponen de rampas y pasarelas para llegar hasta la arena, por más que aún queda mucho por hacer
12 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los colectivos que luchan por los derechos de las personas con diversidad funcional tienen como objetivo la inclusión plena, a todos los niveles. Ello, obviamente, incluye el ocio y, ahora en verano, las playas. Según los datos que constan en la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, solo 13 de las 87 playas de la Costa da Morte que tiene registradas dispondrían de acceso para personas con movilidad limitada: Rebordelo (Cabana), Arou (Camariñas), Baldaio y Razo (Carballo), Santa Isabel y la playa del puerto (Corcubión), O Ézaro (Dumbría), Caión (A Laracha), Laxe (Laxe), Canido, Area Maior y Seiruga (Malpica) y A Ermida (Ponteceso). No obstante, como incide el regidor de Cee, Ramón Vigo, habría que saber qué criterios se siguen para decir si son o no accesibles, toda vez que, en Estorde, por ejemplo, tienen pasarela e incluso esta playa, según hace constar en su guía de espacios accesibles la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos de Galicia (Aspaym), dispondría de silla anfibia. El regidor, de hecho, sí recuerda su adquisición y su uso por los vigilantes: «Se algunha praia inclusiva temos, é Estorde». Laxe y Balarés, en Ponteceso, también disponen de este mecanismo para que las personas con problemas de movilidad puedan disfrutar del mar. Las sillas disponen de ruedas adaptadas para desplazarse por entornos por los que las ruedas convencionales no podrían (similar a un trineo, por así decirlo). En Balarés, además, hay una rampa cercana a la cafetería y, por el otro lado de acceso (donde está la rotonda), una pasarela hasta el pie de la arena. En otras se incorporaron pasarelas más o menos recientemente, como A Cruz, en Muxía. Hay rampas también en Arou, Langosteira y Area Maior, así como pasarelas en Langosteira y Sardiñeiro. Se van dando pasos, pero todavía queda mucho.