«As cousas non se fan soas»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

LAXE

josé manuel casal< / strong>

El portavoz de los premios Fouciño de Adro y miembro de la Comisión de Festas de Laxe es un hostelero que vive y trabaja en Laxe, pero su vinculación con Baio le ha llevado a encargarse la cita audiovisual

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nacido y criado en Baio y con negocio y casa en Laxe, Víctor Mira Reymúndez reparte su tiempo de forma natural entre ambas localidades. Ahora su atención está centrada en la zasense porque ayer mismo arrancaron las actividades de los Premios Fouciño do Audiovisual, con la proyección del documental Feísmo, a la que asistieron una veintena de personas. La presentación corrió a cargo de Víctor Mira.

El baiés se define como autónomo en primer lugar, pero también se considera, medio en broma, un poco filántropo. Tiene un local de hostelería en Laxe y un título de Comunicación Audiovisual de Santiago, además de un hermano, Juan, en la directiva de la asociación Adro. De estos tres mimbres y del recuerdo de Fouciño saguento, grabada hace 20 años por un grupo de jóvenes de Baio nació esta convocatoria que ha llevado a Víctor Mira por los centros educativos de la Costa da Morte.

Su recorrido ha tenido sus frutos, porque se han presentado una veintena de obras, entre las que concurren al premio y las que están fuera de concurso. El propio portavoz se ha sorprendido, a pesar de que dice de si mismo: «Sempre tiven facilidade para a comunicación a tamén cos rapaces, pero non é o mesmo estar diante dunha clase. Cando fun tentei recordar o que pensaba eu cando estaba do outro lado», explica. Sin embargo, la experiencia ha sido positiva y está claro que Víctor Mira solo se arredra ante pocas cosas.

En septiembre cumplirá 32 años y a los 28 abrió un bar, aunque quizá los más difícil ha sido ocuparse de las fiestas, lo que hace, con el resto de la comisión, desde el 2014.

Reconoce que con los años aprendió que «as cousas non se fan soas», que tiene que haber alguien que dé un paso al frente, pero lo que más le movió fue querer que las celebraciones fueran como él consideraba que debían ser. «Criticamos moito e dicimos que nós fariamos as cousas de outra maneira. Cando queremos facer as cousas de outra maneira o mellor é involucrarse», explica. Le viene de familia. Su hermano Juan entró a formar parte de la junta directiva que evitó la desaparición de Adro y de sus conversaciones surgió el concurso de cortos. «Agora hai o Carballo InterPlay, pero non había moita tradición de audiovisual pola zona e pensamos que era interesante facer algo así, sobre todo porque Adro sempre estivo ligada á cultura tradicional», explica. Además, rodar un corto ya no es tan trabajoso como hace 20 años. «Agora os rapaces graban pola mañá e pola tarde xa o teñen montado e cunha única ferramenta. Hai 20 anos había que cambiar para gravar, importar, editar, exportar... Era máis caro, cunha calidade peor... Agora sempre levas o equipo enriba, se ves algo que che gusta grávalo e xa está. Antes tiñas que volver...».

De hecho, las cosas fueron tan complicadas que Fouciño sanguento tardó cinco años en ver la luz. Ahora ha sido remasterizada.

La cuestión es que con esta convocatoria Víctor Mira ha podido comprobar la distancia que hay entre los profesores y los alumnos en materia de tecnología audiovisual. Él vivió el cambio que se ha producido al pasar del ordenador al teléfono. «Pilloume no cambio na Logse, cando se empezaba a experimentar cos móviles e fun evolucionando coa tecnoloxía», señala. «Os profesores intentaron que lles ensinara aos rapaces cousas que poideran interesarlles a eles, pero que non son útiles. Queixanse de que los alumnos non saben gardar nunha carpeta e non se dan de conta que están afeitos a Windows, pero os estudiantes xa non, manexan unha tecnoloxía máis intuitiva», señaló.

Después de este fin de semana, serán las fiestas de Laxe lo que más ocupará su tiempo. Este año son siete los miembros del colectivo, donde hay caras nuevas. Él se mantiene porque «cada ano queres facelo mellor, sempre hai cousas que queres cambiar». Habrá que verlo.