Laxenses soliviantados por un bando

Patricia Blanco
Patricia Blanco CRÓNICA CIUDADANA

LAXE

23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La intención era más que buena y el asunto ciertamente serio. El alcalde de Laxe, José Manuel Mouzo, hizo público un bando con dos temas relevantes en cualquier municipio, pero más si cabe en una villa turística como esta, con méritos paisajísticos que hacen acrecentar la población en tiempo vacacional. Por un lado, y debido a las inundaciones producidas a causa de la intensa lluvia de hace unos días, en el documento se solicitaba la colaboración ciudadana por un problema detectado en la red de alcantarillado. «Prégase que non se tiren á rede de sumidoiros obxectos que poidan obstruír a rede pública de sumidoiros (pañais, toallitas, bolsas, trapos, etc.), evitando así gastos innecesarios que pagamos todos», decía el bando al respecto. Contaba ayer el propio Mouzo que se han encontrado «de todo» y que eso causa atascos. Y con «de todo» se refiere hasta a toallas de baño. Este asunto quedó claro, pero algunos laxenses se vieron soliviantados (en el sentido de inquietados) por la segunda parte del escrito, que decía exactamente así: «Así mesmo, tamén chamamos á colaboración cidadá para que recollan os excrementos que deixan polas rúas, paseos e parques os animais, que non son recollidos polos seus propietarios. Esto é motivo de moitas queixas por parte dos veciños, ademais de dar unha mala imaxe do noso pobo que intentamos que sexa turístico e moderno». El tema dio que hablar porque, leyéndolo literalmente y no tratando de entender el fondo, se estaría apelando a que todos colaboren recogiendo estos excrementos: esto es, que si usted es un laxense y se topa con las deposiciones de un animal, aunque en su casa no haya perro ni gato ni mascota, por bienestar de todos, y siguiendo el consejo del alcalde, debería recogerlas. El runrún de que esto semejaba descabellado llegó a la casa consistorial. Allí, como dijo ayer el alcalde, se optó por redactar otro bando nuevo, entendiendo que la redacción era un tanto confusa. Los nuevos escritos sustituirán a los otros. Aunque parece una idea rara y los excrementos no son un residuo cualquiera, claro está, lo cierto es que alguna persona hay que, cuando va a un área de especial interés y ve algún papel o lata tirada, se agacha y la echa en el cubo de basura, aunque no sea suya. También ejércitos de voluntarios que limpian detestable basura del mar quizás arrojada en otro continente, no por ellos. En todo caso, ahora que, parece, el escrito municipal ya será claro, no tienen los laxenses motivo alguno para no cumplir con su deber, para poner el foco en aquellos dueños de animales que no recogen los excrementos de sus mascotas y, además, en la falta de conciencia con lo que se tira por el retrete. Se verá si es así. Recuerda el alcalde, sobre los animales, que hay una ordenanza y que este bando fue un toque de atención, preferible a la aplicación de las sanciones estipuladas. La clara redacción es reivindicable, desde luego, y más en un bando público, pero la falta de civismo es un problema bastante más grave.