Chaparrón de agua y quejas en el estreno de la nueva feria de Laxe

Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

LAXE

José Manuel Casal

El mal tiempo deslució el cambio de ubicación e impidió comprobar el alcance real del traslado a la plaza dos Voluntarios

23 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de varias postergaciones, la anunciada mudanza del mercadillo de Laxe desde la calle Cesáreo Parga Pondal a la plaza dos Voluntarios se materializó finalmente ayer, aunque el chaparrón con el que fue recibida impide valorar en su justa medida el alcance del traslado. El agua disuadió a los posibles clientes de acercarse hasta la nueva ubicación de la feria semanal de los viernes e impidió que la mayoría de los vendedores desplegasen sus puestos, de tal forma que ni unos ni otros pudieron comprobar la disposición final del nuevo mercado.

Sí quedó patente que los comerciantes ambulantes siguen disconformes con el cambio acometido por el Concello y que les costará adaptarse a la nueva ubicación. Las limitaciones de espacio de algunos puestos y las dificultades para acceder con sus vehículos fueron dos de las quejas expresadas por varios de los vendedores que sí se atrevieron a plantar cara a la lluvia. «Isto é un desastre, aquí non hai ninguén e os sitios son moi reducidos, non hai case espazo para cargar e descargar», se quejaba el arteixán José Blanco.

Esta opinión contrasta notablemente con la postura del alcalde, José Manuel Mouzo Castiñeira, que supervisó en persona desde primera hora de la mañana la puesta en marcha del mercado en compañía del arquitecto municipal y un policía local.

El regidor reconoce el malestar de los comerciantes, pero confía en que estos cambien de opinión a medida que pasen las jornadas. «A todo o mundo lle costa acostumarse aos cambios, é algo normal. Sabiamos que isto ía pasar, pero seguimos convencidos de que este é un sitio moito mellor para o mercado», aseguró Mouzo, convencido de que los vendedores acabarán por ver las ventajas de la plaza dos Voluntarios: «Con acceso desde dúas rúas diferentes e un trazado que fará que os visitantes percorran todos os postos».

Espacios provisionales

Los espacios marcados para los puestos causó el rechazo de varios de comerciantes porque, según contaron, no se ajustan a sus necesidades. Al respecto, el alcalde señaló que se trata de algo provisional y que no será hasta que se hayan celebrado varios mercados y los comerciantes estén ya acostumbrados a la nueva ubicación cuando se pinten las delimitaciones definitivas.

Con todo, ayer, pese a no llegar a montar los puestos, sí se presentaron en Laxe la gran mayoría de los vendedores -50 de 53, según los cálculos del Concello- y el alcalde explicó que aquellos comerciantes que sigan en desacuerdo cuando se establezca el diseño final tendrán la posibilidad de dejar de acudir sin tener que abonar el canon de este año. Así que, el próximo viernes, tocará realizar el segundo intento.