El faro de Fisterra se renueva por fuera y potenciará la visión que ofrece al mar

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

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La Autoridad Portuaria prevé «incrementar el contraste» con el entorno para lograr mejor visibilidad

21 jun 2017 . Actualizado a las 07:49 h.

El faro de Fisterra, uno de los más importantes y conocidos de España, construido en 1853, está en obras, como advierten los miles de visitantes al ver la torre rodeada de andamios. Hay dos actuaciones en marcha, según informa la Autoridad Portuaria. La primera es la mejora de las condiciones de impermeabilización de dos cubiertas. Se están colocando nuevos sumideros en ambas terrazas, además de instalar nuevas bajantes por la fachada exterior del edificio, y la aplicación de una membrana impermeable de poliurea (un polímero sintético, muy resistente a la abrasión, que no hay que confundir con el poliuretano) aplicada en caliente.

Por otra parte, se está rehabilitando la fachada de la torre, que presenta un problema de filtración de agua hacia el interior. Es de piedra; porosa, por tanto, así que traspasa la de lluvia y la concentrada en el ambiente. «Por ello es necesario acometer diversas actuaciones que contribuyan a mejorar la protección de su fachada, para evitar esas filtraciones», explican desde la Autoridad Portuaria.

En ambos casos se incluye la limpieza y el repicado de las juntas en toda la superficie frontal y el posterior sellado, incluido un tratamiento con material hidrofugante.

Finalmente, y a mayores de los arreglos necesarios que entran más bien en el campo del mantenimiento, la institución titular del faro fisterrán ha previsto mejorar las condiciones visuales del edificio. «Se acometerá otra actuación que mejore estas condiciones a través de la potenciación de la característica de color del faro, incrementando el contraste con el entorno y mejorando por tanto su percepción desde el mar».

El edificio principal del faro, y sus anexos, también necesitan una capa de pintura en algunas paredes exteriores. En la frontal, pintadas hechas por gamberros llevan meses visibles para centenares de personas, algunos días (los de menos visitantes) o miles, en las jornadas de mayor tránsito en plena temporada alta. En una lateral posterior del edificio de la sirena ocurre lo mismo.

Por otro lado, desde el Concello siguen a la espera de poder negociar con la Autoridad Portuaria para hacerse con la gestión de las instalaciones, de las que se ha ocupado Neria en los últimos años. De momento, el faro sigue cerrado.