La manera de decretar los cierres por toxina indigna a muchos mariscadores

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

J. M. FERREIRO

A los buzos del longueirón esta medida les llega después de un mes de inactividad por un vertido de gasoil

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería do Mar cuando se le pregunta por este asunto siempre asegura que se trata de criterios técnicos manejados por el Intecmar (Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia), el laboratorio encargado de las analíticas, y, por tanto, los cierres de las zonas marisqueras responden siempre a criterios sanitarios. Sin embargo, muchos profesionales de la Costa da Morte, sin poner en cuestión esos criterios, se muestran indignados con la manera de aplicarlos, los plazos y otras cuestiones que, según dicen, les causan graves perjuicios al cabo del año.

¿Qué cuestionan los mariscadores de la zona?

En primer lugar los tiempos de respuesta. No consideran de recibo que las analíticas tarden varios días, porque esto rompe ciclos de trabajo de manera innecesaria, hasta el punto de que se puede estar cogiendo marisco cuando ya las aguas no se encuentran en condiciones para ello o, por el contrario, en momentos que el peligro ya ha pasado, los mariscadores siguen a la espera de los resultados para volver a faenar. Además, y especialmente en el caso de los buzos del longueirón de Fisterra, critican que se empleen especies de referencia que nada tienen que ver con los bivalvos que ellos extraen, como, por ejemplo, el mejillón de roca. Su presidente, Juan Traba, en el caso concreto de esta semana, asegura que sigue sin entender a qué se debe el cierre cautelar porque «nin sequera o mexillón daba, que estaba entre 120 e 160. Así que que me expliquen a min por que pechan. Tiven que tirar 40 quilos ao mar que mos pagan a 6,80. E que xa non sei se rin de nós ou isto é un cachondeo», afirma Traba quien quiso destacar que hasta ayer por la tarde, Intecmar todavía no les había solicitado una muestra de la navaja de la zona de Corcubión para analizarla.

¿Se puede actuar con mayor celeridad?

Eso es lo que reclama el concejal de Pesca de Fisterra, Xan Carlos Sar, que además ejerce de coordinador de este sector en el BNG, formación que precisamente se reúne hoy para abordar este asunto, además del plan de seguridad, las cuotas y otras cuestiones relacionadas. A su juicio, el objetivo debe ser que el resultado de las analíticas se dé en el día y cree que hay métodos para ello, como demuestra el recurso a los análisis privados. Esto es, ante un cierre cautelar los propios interesados pueden solicitar por su cuenta, y pagarlo, claro está, este examen. Si el marisco es apto para el consumo pueden comercializarlo o deben reintegrarles el dinero. Eso sí, los precios se mueven en el entorno de los 200 euros y, como dice Traba, hay muchas veces que «por un par de caixas» ni a ellos ni al comprador les sale a cuenta este gasto. Sar recuerda que ya han incidido en esta reivindicación muchas veces y que, en base a lo que acuerden hoy, volverán a llevar el asunto al Parlamento.

¿Por que los fisterráns se quejan especialmente?

El cierre de esta semana llega después de los problemas que han afectado a algunas embarcaciones -incluso con sanciones- debido a la implementación del plan de seguridad para el marisqueo en apnea. Además, los submarinistas fisterráns tuvieron que soportar casi otro mes de cierre por el vertido de gasoil de la caldera del colegio Praia de Quenxe. Aunque no todos lo notan estos días, porque hay lanchas despachadas para el erizo, la situación es grave para los que sí se ven afectados, al igual que ocurre en Camariñas, donde también han tenido que devolver marisco al mar esta semana.

¿Qué perspectivas hay?

Es todo una incógnita. En principio estas no son las semanas más fuertes para el marisqueo, pero los profesionales ven ya el verano a la vuelta de la esquina, con lo que si el cierre se prolonga vendrán los nervios.