La Guardia Civil busca al homicida de Fisterra en el entorno de la víctima

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

ana garcía

Los indicios apuntan a que Idilio Liñeiro lo conocía y le abrió la puerta de su casa

17 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los especialistas en criminalística de la policía judicial de la Guardia Civil de A Coruña, que llegaron el viernes por la noche a Fisterra, seguían ayer por la tarde en el número 99 de la calle Escaselas, junto a la Recta da Anchoa, tratando de hallar pruebas que les conduzcan al autor o autores del homicidio de Idilio Liñeiro Marcote, un vecino de la localidad de 39 años a quien sus familiares encontraron degollado en el interior de la vivienda. De hecho, ayer mismo reclamaron la presencia de la expareja de Liñeiro, que se había desplazado hasta A Coruña, para que acudiese a recoger el perro del fallecido, ya que era la persona que más confianza tenía con el animal y podía hacerse cargo de él para que no estuviese en la casa.

Paralelamente, al menos una decena más de investigadores fueron vistos en bares y distintos negocios de la localidad se supone que recabando información que le permitan resolver tanto este crimen como los hechos que condujeron a las graves lesiones que sufrió un sexagenario de la misma zona y que le tienen ingresado en coma inducido en el hospital de A Coruña. La misma ciudad a la que fue trasladado de madrugada el cuerpo del fallecido para practicarle la correspondiente autopsia y desde donde llegó ayer al filo de las 20.30 horas para su velatorio en Fisterra.

Aunque el instituto armado no facilitó más información que la de que siguen investigando y que hasta el momento no han practicado detención alguna a este respecto, todos los movimientos realizados llevan a pensar que están buscando al homicida en el entorno de la víctima.

La puerta de la vivienda se encontraba cerrada y sin signos de que la hubiesen forzado, y los familiares de Liñeiro tuvieron que pedir una llave del piso que tenía alquilado y que pagaba de manera regular para acceder al interior, después de que las numerosas llamadas de teléfono que le hicieron resultasen infructuosas porque el móvil estaba apagado. Al entrar lo encontraron tirado en el suelo, al lado de una silla y entre una mesa y una columna de la sala de estar, con salpicaduras de sangre en la pared «como se o collesen desprevenido por detrás», según apuntaba una persona que pudo ver la escena del crimen.

Aker, el perro de la víctima, que como explicaron algunos conocidos «tarda uns tres ou catro días en coller confianza coa xente» ni ladró de manera ostensible ni tuvo comportamiento extraño que alertase a los vecinos de que algo raro estaba sucediendo. De ahí que todas las hipótesis y las líneas que manejan los investigadores apunten a que el responsable o responsables del crimen y Liñeiro se conocían previamente e incluso pudo ser este quien le abriese la puerta para que entrase.

Dentro de ese perfil, porque era numerosa la gente que entraba y salía del piso, encaja incluso alguna persona con antecedentes que tendría relación tanto con el fallecido como con el sexagenario que supuestamente fue víctima de una paliza hacia los mismos días: el lunes o el martes. De ahí que las sospechas y rumores en Fisterra se hayan disparado hasta el punto de que el viernes por la noche muchos señalaban a un vecino de la localidad, que llegó a la casa con otro compañero cuando ya se encontraba ayer la Guardia Civil. Incluso se difundió que estaba detenido y nada más lejos de la realidad, porque ni siquiera se le implica en lo sucedido.

De ahí que ayer el concejal de Seguridade, Xan Carlos Sar, pidiese a la gente que «estea tranquila e deixe traballar á Garda Civil para dar co asasino. Se alguén sabe algo que o diga onde o ten que dicir: á Garda Civil ou á Policía Local que llo trasladará a eles» y que se eviten los rumores y las difamaciones sobre terceros, que en nada ayudan a la investigación y pueden causar mucho daño a familias.