Ernesto Insua Olveira, por entonces alcalde de la localidad de la Costa Morte, ejerció de anfitrión de un acto en el que estuvo presente su homólogo de la localidad gerundense, Ángel Baró i Noguer
16 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El Cabo Fisterra y el Cap de Creus mantienen desde hace miles de años un peculiar vínculo geográfico: el que convierte -con permiso de Touriñán- a sus respectivos municipios en las dos localidades más alejadas entre el oriente y el occidente de la España peninsular. Tal circunstancia impulsó hace 18 años el hermanamiento de Fisterra y Cadaqués, tal como quedó inmortalizado en el monolito inaugurado el 16 de enero de 1998 a pocos metros del faro fisterrán.
Ernesto Insua Olveira, por entonces alcalde de la localidad de la Costa Morte, ejerció de anfitrión de un acto en el que estuvo presente su homólogo de la localidad gerundense, Ángel Baró i Noguer, así como el director del Centro Nacional de Información Geográfica, Ramón Lorenzo, y representantes del Instituto Geográfico Nacional, que en esas mismas fechas inauguraron en A Coruña la exposición De Cap de Creus a Cabo Fisterra.
«Una síntesis metafísica de la evolución cultural y humana. Dos pueblos bajo la luz del sol, astro de naciente a poniente», así explicó su autor, Enric Pascó, el significado del monolito que aún se puede ver en el cabo fisterrán, aunque las obras de reordenación del entorno lo han desplazado de su ubicación original.
Creadores como Correa Corredoira, Moncho Amigo, Josep Niebla, Marulesca Marchesi y César Otero, autores de algunas de las obras de la muestra del IGN también estuvieron presentes en aquella jornada de hermandad y simbolismo.