Los seis días del «Cason» que conmocionaron la comarca

Á. palmou

FISTERRA

El hundimiento del buque panameño frente a Fisterra desató la histeria y propició un éxodo

06 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El ancla que se alza en el muelle de Fisterra es solo el recordatorio físico de un suceso marcado a fuego en la memoria de todos los vecinos de la Costa da Morte que hace ahora 28 años vieron peligrar sus vidas por el enésimo accidente marítimo ocurrido en las aguas de la comarca.

Todo comenzó a primera hora de la mañana del 5 de diciembre de 1987, cuando desde el buque con bandera panameña Cason fue lanzado un SOS tras sufrir un incendio en una de las bodegas de proa.

El hecho de que la tripulación del barco -chinos, de los que 23 murieron y solo 8 lograron sobrevivir- lo abandonasen precipitadamente antes de embarrancar esa tarde en la playa de O Rostro prendieron la mecha de la alarma entre los vecinos de la zona. El reconocimiento, dos días después, por parte de la Comandancia de Marina de A Coruña de que el buque transportaba productos tóxicos no hizo sino avivar un miedo que alcanzó su momento culminante tres jornadas más tarde.

Los rumores sobre la naturaleza de la carga del buque -algunas teorías, como las que defiende el exalcalde de Corcubión, Rafael Mouzo, apuntan a materiales relacionados con la industria nuclear- y las explosiones que comenzaron a producirse en el interior del buque acabaron por desatar una ola de histeria, que la Administración, lejos de calmar, azuzó anunciando, la noche del 10 de diciembre, el envío de una gran flota de autobuses a la comarca para evacuar a la población de la zona por el riesgo para la salud de una nube tóxica.

Alarmados, muchos vecinos de Fisterra, Muxía, Cee y Corcubión decidieron no aguardar más y, pese a los desmentidos posteriores y a los llamamientos a la calma, emprendieron por sus propios medios una huida que los llevó hasta Santiago y A Coruña, principalmente.

la situación se comenzó a normalizar un día después con el regreso de la mayoría de los vecinos a sus casas, pero el siniestro aún propició otros daños colaterales -el comité de empresa del complejo de Alúmina-Aluminio de San Cibrao, adonde fue transportada con gran oscurantismo parte de la carga- y muchas preguntas aún pendientes de respuesta diez años después.

¿Cuál era la carga real del buque? ¿Qué provocó que la tripulación lo abandonase de forma tan precipitada? ¿Es cierto, cómo sostienen algunas fuentes, que el Cason había hecho escalas sin registrar en otros puertos? ¿Hubo interés en hacer embarrancar el buque en lugar de remolcarlo?¿Qué ocurrió con la carga que fue rescatada? Cuestiones, todas, aún muy presentes en muchos de los que vivieron aquellos seis días de miedo y confusión.