El cura de Fisterra rechaza el deseo vecinal y el conflicto se recrudece

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

Los cofrades inician la recogida de firmas para recurrir al Arzobispado

30 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La reunión de ayer entre representantes de las cofradías de la Semana Santa de Fisterra con el párroco de la localidad, Agustín Fariña, no surtió más efecto que el de encrespar los ánimos y que los vecinos den ya por perdida cualquier opción de negociar directamente, con lo que recurrirán al Arzobispado. De hecho, hoy mismo esperan tener listos los papeles para iniciar la recogida de firmas, que se prevé masiva, para exigir que la imagen del Santo Sepulcro recupere su ubicación en la capilla del Cristo de Santa María das Areas, que es lo que cura rechaza.

El encuentro de ayer, además de estéril, fue muy tenso e incluso de mal gusto, porque según señala Manuel Mariño, el vicepresidente de la cofradía del Santo Sepulcro, el sacerdote les dijo que ni hay hombres en Fisterra ni tienen lo que hay que tener para pasar por encima de él en este asunto. «Nós somos mariñeiros pero el coas súas carreiras suponse que debería ter algo máis de educación», afirma Mariño, que en cierto modo se alegra de no llegar a tiempo a la reunión porque no sabe como reaccionaría.

«É que este home ten problemas con todo o mundo: cos da igrexa de Sardiñeiro, co coro... Por un lado felicítache polo traballo feito na Semana Santa e por outro estalle cravando o coitelo polas costas», se queja el cofrade, que ya no era partidario de hablar más con el párroco -que sigue sin dar explicación pública alguna- porque después de dos meses de negociaciones tenía claro que «polas boas xa non se vai conseguir nada».

La presidenta de la entidad, Concepción Silva, dice que «no hay manera» de hacerle entrar en razón porque «pacíficamente no quiere nada», de ahí que estén ya poniendo en marcha el plan previsto para que sea el Arzobispado quien le desautorice y que el Santo Sepulcro regrese al lugar en el que ella, que tiene 65 años, lo recuerda «de toda la vida».

«No atiende a razones y tampoco da las suyas, lo único que hace es buscar excusas cobardes, porque esto es un capricho que yo no entiendo, porque no tiene sentido alguno», añade Silva, quien recuerda que el sacerdote ya quitó antes de la capilla el Nazareno y la Oración del Huerto -«una talla preciosa»-, aunque lo del Sepulcro fue la gota de desbordó el vaso porque «es lo más que hay en la Semana Santa de Fisterra». «Estábamos ya con el disgusto de la pintura y ahora viene esto que no nos explicamos», concluye la presidenta de la entidad.