El grupo de tres viviendas del lugar de Barcia-Mar de Fóra de Fisterra, que tanta cola trajeron a nivel judicial hasta que fue derribada la última en abril del año pasado, siguen todavía inmersas en trámites administrativos.
Los propietarios accedieron a demolerlas en virtud a un acuerdo con la APLU, por el que la agencia se comprometía a rebajarles en un 80 % la multa de 400.000 euros a cada uno de los dos dueños. Así, en distintas fases el hormigón fue desapareciendo de esta zona de gran valor natural que está dispuesta como una especie de balcón sobre la playa y en la que, por otra parte, permanecen distintas agresiones al medio bastante evidentes.
Sin embargo, las casas se fueron pero los procesos administrativos no del todo, porque los implicados deben pagar las multas y uno de ellos no ha podido ser localizado por los cauces habituales -las cartas son devueltas por Correos-, con lo que la APLU ha publicado la resolución en el Diario Oficial de Galicia para que tenga valor legal a efectos de notificación.
Así, según detalla el texto firmado por el director de la agencia, José Antonio Cerdeira Pérez, contra el implicado pesa una multa coercitiva fechada el pasado 31 de julio, «consecuencia de incumprir o ordenado nas resolucións do 29 de maio de 2013 e do 22 de xaneiro do 2014» en las que se decretaba «a demolición de tres edificacións acaroadas, realizadas sen autorización autonómica por resultaren incompatibles co ordenamento».