Las fases anteriores de Santa María das Areas también fueron polémicas

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

La restauración en determinados casos se mostró claramente defectuosa

08 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La polémica abierta estos días con la restauración de Santa María das Areas de Fisterra, concretamente con el color aguamarina utilizado en el interior, no es nueva en lo que a las actuaciones realizadas en el templo en las últimas décadas se refiere.

Ya en una fase anterior, con Juan Bueno como párroco, donde se configuró la parte sustancial del aspecto interior que tenía hasta la fecha, dieron mucho que hablar las tareas. En aquel caso, se levantó todo el pavimento de baldosa para descubrir el suelo original, lo que implicó que el nivel del suelo bajase de manera considerable y que hubiese que retirar diversos enterramientos. Fue entonces también, según recuerdan algunos vecinos, cuando desapareció la capa de cal que cubría algunos muros pero que, tal como dicen, no llegaba a los arcos.

Sin embargo, las mayores críticas llegaron en la fase siguiente, con la utilización de piedras serradas de taller que contrastan con la cantería repicada original, y, sobre todo, el estado en el que quedaron las cubiertas y otros elementos que hacían que las filtraciones de agua en el templo fuesen verdaderamente alarmantes.

En esta ocasión las críticas se las lleva casi exclusivamente la pintura, porque los que han tenido ocasión de ver el resultado, sobre todo a raíz del traslado a la iglesia de la imagen de la Virgen del Carmen, ya a principios del mes pasado, consideran que se han hecho mejoras importantes en otros aspectos. De hecho, las actuaciones destinadas a eliminar el agua, como la creación de corrientes de ventilación, deberían dar un resultado determinante en cuanto a la conservación del templo que se estaba deteriorando y mucho.