El nuevo secretario general de Comisiones Obreras en Galicia, Ramón Sarmiento, explicó que es esta y no la segregación de las centrales el eje de la cuestión
26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El nuevo secretario general de Comisiones Obreras en Galicia, Ramón Sarmiento, explicó que Ferroatlántica necesitaba un plan para su viabilidad y que es esta y no la segregación de las centrales el eje de la cuestión. El sindicato analizó los datos que considera creíbles y dio un paso adelante aprobando el plan industrial, lo que le hizo enfrentarse a sus propios representantes.
Para Ramón Sarmiento, «la segregación es un elemento que no puede ser el central en un grupo con una viabilidad a corto plazo altamente comprometida». Para el secretario general, la firma no era la menos mala de las posibilidades sino «la única. No sé cuál es la otra, si la hay».
Considera que actualmente las empresas intentan que sus números reflejen una situación mejor de la que hay en realidad. Por eso ve tan preocupante la situación de Ferroatlántica. Cree que en gran parte se ha debido a una gestión «nefasta», pero también al contexto en el sector en el que se mueve, que no es demasiado positivo. «Ojalá pudiéramos escoger otro industrial que retomara el plan industrial, que interesa por el volumen de líneas de actividad que van de la mano» , dijo, y destacó la planta de ferrosilicio, «que puede ser un buen ingrediente para una comarca que tiene debilidades industriales».
Considera además que mueve energía solar, lo que crea «sinergias nuevas en una zona que está perdiendo brío». Asimismo valora como decisivo el compromiso del horno en Dumbría, pero también los acuerdos a nivel laboral, entre otras cuestiones.
Justificación
Justifica la negativa a aceptar el plan por parte de sus compañeros por la forma de actuar de la empresa, «ocultando información», pero también «porque sobre todo en Galicia estas situaciones tienen históricos y positivos no son». «La comarca está muy recelosa de los compromisos de una empresa que ha faltado a su palabra, como con el caso del quinto horno. Hay que tener en cuenta que nos estamos jugando las habichuelas con gente poco fiable», señaló.
A pesar de todo, confía en que el plan industrial sea bueno para la Costa da Morte y recuerda que solo la Administración tiene medios para obligar a la empresa a cumplirlo.