Larrea dice que, sin la venta de centrales, habrá recortes en Ferroatlántica

La Voz CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

La compañía perdió el pasado año 150 millones y su deuda asciende a otros 350

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de Ferroatlántica y consejero delegado de Ferroglobe, Pedro Larrea Paguaga, auguró una etapa difícil para las fábricas del grupo en el caso de que no se lleve a cabo la venta de las centrales eléctricas que tiene en la Costa da Morte. Sin la enajenación de los activos hidroeléctricos no se podrán llevar cabo ni siquiera las mejoras imprescindibles en las instalaciones. «Como corre riesgo el empleo, como corre riesgo la actividad en Cee, Dumbría y Sabón y en el resto de las fábricas es en una empresa que pierde 150 millones de euros al año», afirmó.

Es más, Pedro Larrea, auguró que en caso de no tener ingresos extraordinarios, como los que lleguen por la venta de las centrales del Xallas y el Grande, la compañía se verá obligada a afrontar una etapa de recortes. «Ahí sí que, por responsabilidad de la empresa, vamos a tener que reducir costes, recortar inversiones, vamos a tener que apretarnos el cinturón en todos los ámbitos», explicó. Según apuntó, lo que denomina «escenario inmovilista», solo puede deparar «reducir costes, recortar inversiones, austeridad y de riesgo de la competitividad y la continuidad». Por contra, ofrece «un escenario de crear 500 puestos de trabajo en Galicia. ¿Cuántas empresas de un sector como el nuestro crea 500 empleos, entre directos e indirectos en Galicia?».

El consejero delegado de Ferroglobe, donde Ferroatlántica tiene mayoría, asegura que sigue trabajando por lograr «todos los consensos posibles», por lo que considera que es una «pena y una pérdida de una gran oportunidad» que el comité de empresa de Cee y Dumbría se niegue a negociar el plan industrial.

Larrea propone a trabajadores y entorno social que revise los resultados de Ferrogloble en el 2016, con unas pérdidas de 150 millones y una deuda de 350 millones de euros. La contrapartida, dice, es un plan que supone invertir 100 millones y crear 500 empleos, «una oportunidad única», recalca, «una apuesta por Galicia, el desarrollo tecnológico, la inversión y la creación de empleo».

Por otra parte, reitera que la generación eléctrica no es una actividad estratégica para la empresa. Según expone, en el año 2002, las centrales eléctricas dieron a Ferroatlántica un resultado de explotación de 23.377.000 euros. En el 2015, solo 6.254.000 millones. En cuanto a las ferroaleaciones, en el 2002 supusieron 8.323.000 mientras y en el 2015 ya fueron 27.915.000 euros. «Son datos que puede comprobar todo el mundo y no son discutibles», subraya. Por lo tanto, argumenta, «actualmente, la actividad de ferroaleaciones de Ferroatlántica es casi cinco veces mayor que el de la energía, que ya no es un negocio estratégico, no proporciona ninguna seguridad a las fábricas, ni nada por el estilo». Sin embargo, agrega, «sí nos puede proporcionar unos fondos que, de otra manera, no se pueden obtener». De ahí que el plan industrial no exista sin las ventas de las centrales.

Por otra parte, Pedro Larrea sale al paso de quienes argumentan que la empresa no ofrece garantías de sus propuestas, como, argumentan, ya sucedió hace años con la promesa de construir otro horno en Dumbría, que nunca se llegó a construir. «Estamos dispuestos a ofrecer todas las garantías que sean necesarias», afirma el consejero delegado: «Con la supervisión de las autoridades que juzguen conveniente, que pueden ser las propias autoridades locales, la Xunta o quién sea necesario». Así, Larrea Paguaga dice poner «a disposición de la Administración la posibilidad de supervisar y contrastar la correcta ejecución del plan industrial, por un lado». Y por el otro ofrece: «Garantías de empleo que irán ligadas a todos los compromisos que la empresa tenga que hacer desde el punto de vista económico para asegurar que ese empleo existe».

Negociación

El comité de empresa de Cee y Dumbría acordó el pasado viernes no acudir a la reunión prevista por Ferroatlántica para ayer en Madrid. Los representantes de los trabajadores, liderados por la CIG, insisten en no negociar mientras que la compañía mantenga el plan de venta de las centrales «e a segregación de actividades» por parte de Ferroatlántica. El órgano de representación de los trabajadores ampara su postura en el apoyo social en la última protesta.