El líder Dumbría aguó la fiesta a los 800 aficionados del Fisterra

José Manuel Ferreiro Negreira
José M. Ferreiro CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

jorge parri

El encuentro de rivalidad tuvo emoción y espectáculo en las gradas

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El líder Dumbría se llevó los tres puntos en el partido de rivalidad ante el Fisterra (0-2) en un encuentro emocionante, con poco fútbol y mucho público. En la grada sí hubo espectáculo, con Rapacollóns, que bajo la dirección de Bebeto, dio un recital de cánticos, colorido, sonido y ambiente al choque.

Fisterra: Norberto; Dani Rubia (Abel, min 77), Bruno, Breixo, Robertín; Tati (Ángel, min 74), Álex Trillo, Piti (Adrián, min 65), Jesús, Roco y Cote (Tano, min 80).

Dumbría: Iván Bouzón, José, Raúl, David Carreira, Iago; Rivi, Diego Cespón, Darío Capelo (Adrián, min 88), Aarón López; Adrián Makaay (Charly, min 88) y Rubén Márquez (Cristian Canosa, min 77).

Árbitro: David Rosende Porto (Santiago). Bien. Expulsó al local Roco (min 83).

Goles: 0-1, min 34: Aarón López, de cabeza en un córner; 0-2, min 75: Aarón López, tras varios rechaces en el área.

Incidencias: La mejor entrada de la temporada en el Ara Solis, con unos 800 espectadores. La Peña Rapacollóns Band con una gran pancarta en la que se podía leer: «Rapacollóns Band, fútbol, samba e testos».

Los primeros 45 minutos fueron igualados y con pocas oportunidades en las porterías. Los locales buscaron a Jesús y Robertín en las bandas, y los visitantes con un fútbol directo para contactar con la velocidad de Adrián Makaay en ataque. Además del primer tanto del Dumbría, otra oportunidad fue para el local Cote, que solo y a bocajarro ante la meta remató alto (min 37). Lo demás fue pelea, lucha y mucha deportividad.

En la segunda parte, el Dumbría encontró el 0-2 y desde ese momento cedió el terreno y el Fisterra dominó, aunque siempre se encontró ante un rival bien posicionado que no ofreció ningún tipo de fisuras. Bruno (2) con tiros sin el peligro necesario y contras, como de Cote, no fueron suficientes para marcar y poner incertidumbre en el marcador. El líder, con Julián Ferreiro en el banco, demostró ser un equipo experimentando ante la formación de Nacho Barreiro que se entregó para buscar algún tanto que lo metiese en el partido.

El encuentro tuvo su espectáculo, sin la menor duda, durante los noventa minutos en la grada, con instrumentos musicales, disfraces, colorido y cánticos que dieron un gran ambiente.