O Ézaro regresa a la cumbre de la Vuelta ciclista a España

José Manuel Ferreiro Negreira
José M. Ferreiro CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

Será la meta de la tercera etapa, el día 22 de agosto próximo

11 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El demarraje del catalán Purito Rodríguez a 200 metros de la línea de meta en O Ézaro en el verano del 2012, dejando clavado a Alberto Contador, forma parte de las imágenes icónicas de La Vuelta a España. Es uno de los episodios inolvidables de la ronda hispana, seguido por las pantallas de medio mundo, y en uno de los espacios más bellos por los que puede pasar la serpiente multicolor.

Después de cuatro años, O Ézaro volverá a ser punto final de etapa en La Vuelta española, en concreto el 22 de agosto próximo. El hecho ya era conocido, pero el sábado fue presentado el calendario de la prueba y el inicio de la promoción de una de las etapas más atractivas del programa. La llegada del pelotón al entorno de O Pindo es, además, un acontecimiento de gran impacto turístico. Así lo ven el alcalde y todos cuantos han apostado desde hace años por traer la carrera a este rincón gallego. De hecho, será uno de los objetivos de la promoción de la Costa da Morte y de la provincia en la próxima edición de la feria de turismo de Madrid.

Los entendidos apuntan que el alto de O Ézaro supondrá la primera criba de favoritos, tras la contrarreloj del 20 de agosto de 29,4 kilómetros y la segunda etapa, entre Ourense y Baiona, de 159. En el ascenso al mirador dumbriés, algunos ya quedarán fuera de toda posibilidad de luchar por el jersey rojo que distingue al líder y vencedor de la ronda.

En la presentación del sábado en el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago estuvo presente el alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, y su séquito. En complejo dirigido por el fisterrán Julio Marcote, también estuvo Javier Guillén, director de la prueba y habitual en cualquier manifestación ciclista que tenga lugar en Dumbría, como el Gran Fondo o la BTT, en las que suele participar. En Santiago comentó: «La Vuelta quiere seguir fiel a su modelo, con llegadas en alto, que es la seña de identidad». Así escoge «escenarios habituales como O Ézaro, La Camperona o Los Lagos de Covadonga».