Los coristanqueses con inmuebles afectos a explotaciones agroganaderas y forestales en suelo rústico no podrán beneficiarse este año de la rebaja del 90 % en el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).
No es que esta medida fiscal fuera a ser la panacea, pero desde luego, un descuento de este calibre ayudaría, de alguna forma, a mitigar el sablazo sufrido por el catastrazo, que en el caso de Coristanco supuso un verdadero varapalo, con carácter retroactivo de los últimos cuatro años.
Autónomos, empresarios y particulares tendrán que aflojar antes del mes de junio de este año, por obra de Montoro, hasta 10.000 euros (en el peor de los casos) en concepto de revisiones y actualizaciones catastrales. Y todo ello con el aval del propio exalcalde, el conservador Antonio Pensado Plágaro, quien, según criticó el regidor, Amancio Lavandeira Suárez, habría solicitado en su momento a Hacienda, «mediante carta firmada», una revisión catastral anticipada. Con esta medida el Concello incrementó en el 2015 su partida de ingresos por este concepto en 1,082 millones de euros. De ahí que muchos en Coristanco vieran en esta rebaja del IBI del 90 % para agricultores y ganaderos un pequeño alivio en sus ya maltrechos márgenes comerciales.
Finalmente, esta medida impositiva, aprobada por la corporación, reunida con carácter extraordinario el pasado 16 de noviembre a petición del PP, no podrá ser de aplicación este año y los beneficiarios tendrán que esperar a tomar las uvas del 2018 para que les apliquen esta rebaja. Y todo por un problema de trámites burocráticos y plazos legales, tal y como aseguró ayer el alcalde de Coristanco. «A aprobación plenaria foi o 16 de novembro», recordó Amancio Lavandeira, quien añadió: «Esta medida levouse á publicación no Boletín Oficial da Provincia e o prazo legal que esixe a lei remata o 18 de xaneiro, polo que é inviable a súa aplicación este ano».
Claro que en el Partido Popular están que trinan. Fueron los que promovieron esta iniciativa de forma insistente a lo largo del 2016. Lo hicieron con dos mociones, ambas rechazadas por Terra Galega, PSOE y BNG. Tuvo que ser con la celebración de un pleno extraordinario y con el apoyo del edil del PSOE, Abraham Gerpe, cuando salió aprobada esta rebaja del IBI del 90 %. Pero claro, el final de año se les echaba encima y los tramites burocráticos son los que son. Pero en el Partido Popular están cabreados con el equipo de gobierno por no responder a la primera propuesta cuando la llevaron a pleno a mediados del 2016 y ahora los coristanqueses que se dedican a la agricultura y ganadería tendrán que esperar otros 12 meses para ver reflejada esta minoración.