La empresa promotora del proyecto de la batata busca nuevas parcelas
24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El proyecto sobre biocombustible mediante el empleo de la batata, que pretende llevar a cabo Termo-Biológicas en Bergantiños, va tomando cuerpo. El plan de trabajo se encuentra en fase de elaboración, pero la dirección ya ha tomado decisiones claves sobre sus intenciones. Primero con la presentación el 16 de abril en la Consellería de Medio Ambiente del proyecto de generación de combustibles industriales, informe que ha obtenido un visto bueno de la Xunta a la espera de la empresa trace su hoja de ruta definitiva con la presentación de las autorizaciones, permisos y licencias correspondientes.
La segunda actuación de la gerencia de Termo-Biológicas ha sido establecer una ronda de contactos con alcaldes de la comarca para explicarles el plan de trabajo y canalizar de alguna forma ese proyecto. Estas reuniones se saldaron con las firmas de convenios de colaboración con seis ayuntamientos: A Laracha, Malpica, Cabana, Coristanco, Carballo y Ponteceso así como un séptimo con el Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa de Coristanco. La empresa también ha hablado con representantes municipales de Arteixo y Laxe aunque por el momento no hay documento suscrito alguno.
En todo caso, Termo-Biológicas, según se recoge la documentación remitida a la Xunta, incluye al Concello arteixán en su plan de generación de biocombustible, en el que invertiría 300 millones de euros y generaría 1.210 puestos de trabajo. Los alcaldes de los concellos citados no han querido hacer declaraciones ya que en los convenios la empresa ha incluido una cláusula de confidencialidad, que ninguno está dispuesto a quebrantar. En todo caso, estos acuerdos-marco incluyen una serie de derechos y obligaciones por ambas partes.
Según el convenio rubricado entre la empresa y el Concello de Coristanco, Termo-Biológicas necesita un mínimo de 200.000 metros cuadrados de suelo con la calificación de industrial. También una concesión por parte de Augas de Galicia de 20 hectómetros cúbicos anuales, repartidos entre uso agrícola e industrial.
Con vistas a elaborar unos «presupuestos ajustados» la dirección de la compañía necesita confirmar las licencias de obra y actividad, bases imponibles, porcentajes de tasas y bonificaciones aplicadas, así como el importe anual de IBI e IAE.
La compañía tiene pendiente de presentar expedientes y licencias en Industria y solicitudes de autorizaciones en Medio Rural, Medio Ambiente y Traballo.
Por último, la empresa demanda al Concello colaboración en las negociaciones con los propietarios de terrenos, agricultores y cooperativas. Este apoyo tiene que trasladarse también a las Administraciones «para la tramitación de todas cuantas ayudas sean aplicables». También pide que el Ayuntamiento realice labores de mediación ante las instituciones sociales y económicas locales para transmitir el impacto que supone esta iniciativa.