La historia de emigración de Antonio Bermello
11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Detrás de la procesión, / que era de un hermoso efecto, / iba la Banda de Noya / tocando con gran esmero. / Tan solo faltaba allí / el veterano Bermello / ejecutando en la gaita, / como él solo sabe hacerlo, / el Pasodoble de Cádiz / o el dulce Vals de los besos» (publicado por Desiderio Paz Figueroa, Don Emérito, en la revista Nerio del 15 de agosto de 1920).
La revista Alborada de Buenos Aires de junio de 1927 publicó un suelto: «Han llegado a esta capital en el vapor Sierra Córdoba, con fecha 30 de mayo último, procedentes de Corcubión, los hermanos Carmen y Antonio Bermello, que vienen a radicarse en este país y en el cual les deseamos toda suerte de prosperidades». En unas pesquisas efectuadas hace ya algún tiempo localicé en unos documentos a un tal Antonio Bermello Rodríguez, Cagamela, padre de Antonio y de Carmen los emigrantes que cita Alborada.
Antonio padre, que falleció en Corcubión en 1924 a una edad avanzada, era natural de un pueblo de Ourense y llegó a la villa de San Marcos como integrante del Cuerpo de Carabineros. Al jubilarse siguió residiendo allí y ejerciendo diversas actividades como portero municipal y alquilador de caballos. Además, Antonio era el obligado gaitero que actuaba en las fiestas de la mayor parte de los pueblos del contorno, musicando también las parrandas de San Juan y de San Pedro y amenizando el San Antonio del 13 de junio. Los demás integrantes de su grupo eran su propia familia y había una copla sobre ellos que decía: «Bermello toca la gaita / María toca el tambor / Señora Benita el bombo / y Antonio es el director». Benita era su esposa y María y Antonio, los hijos que se fueron para la emigración y que menciona Alborada. Con la cita de la famosa revista de la asociación ABC del Partido de Corcubión en Buenos Aires desaparece toda noticia como inmigrantes. En la tierra de promisión guardaron silencio documental.