El marisco de la ría de Corcubión se vende para fresco después de años

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CORCUBIÓN

Ana Garcia

Las analíticas permiten que el producto vaya a las depuradoras y no solo a conserva

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ría de Corcubión casi siempre es noticia por sus deplorables condiciones de saneamiento, pero en los últimos días destaca por todo lo contrario: las analíticas realizadas por el Intecmar, tal como confirman desde la Consellería do Mar, permiten que la almeja y el berberecho vayan a las depuradoras para su consumo en fresco. Es algo que los profesionales -a excepción de los submarinistas de la navaja- no recordaban desde hace años, porque a lo más que llegaban era a poder destinar los productos a conserva y muchas veces ni eso porque los análisis mantenían los bancos cerrados a cal y canto.

Durante toda la semana pasada, las 11 mariscadoras corcubionesas pudieron trabajar con normalidad e incluso vieron como su berberecho alcanzaba en lonja precios de cinco euros el kilo, que no son para echar cohetes, pero teniendo en cuenta los 15 kilos de tope por cada una, es mucho más de la penuria a la que estaban acostumbradas y que incluso motivó que alguna gente se buscase la vida en otros sectores.

Por todo ello, en la agrupación que preside María del Carmen Oca son días de júbilo y ahora lo que piden es que dure lo más posible, ya que, desgraciadamente, saben que la situación puede venirles de nuevo del revés cualquier día.

Hasta el momento sobrevivían con la poca almeja que lograban vender porque la única opción para el berberecho era llevarlo a un cocedero y no tenían capacidad para juntar la cantidad suficiente que lo hiciese atractivo a alguna empresa, más cuando este marisco tampoco resiste bien los transportes de larga distancia. Incluso algunas trataron de introducirse en el mundo de las algas, pero las pruebas científicas no dieron los volúmenes necesarios para que le autorizasen la extracción.

«Xa non me acordo da última vez antes desta que deran así as mostras ben, polo menos dous anos, porque non se trata de que saian ben unha vez e que teñen que saír moitas seguidas para que nos autoricen, así que claro que estamos contentas e o que esperamos é que nos dure, porque así podemos aguantar a ameixa fina para máis adiante, para o verán ou se cadra para as Navidades, porque é do pouco algo seguro que temos», explica la segunda de abordo de la agrupación, María Delfina Martínez Domínguez, quien dice, casi con júbilo, que tienen a tres jóvenes trabajando con ellas y que podrían incorporarse otras dos. «Son cinco postos de traballo para mulleres en Corcubión, que se di pronto», recalca.

Concienciación y saneamiento

María Delfina recuerda los tiempos, antes del Prestige, en los que hacían un buen dinero con la coquina de Estorde, que llegaron a vender a 4.000 pesetas el kilo. Todo aquello se barrió y ahora, aunque aparentemente empezaría a recuperar, se topan con la falta de concienciación, o el desconocimiento de lo que realmente suponen sus actos por parte de los turistas. «Un colle 200 gramos, outro medio quilo, que parece que non é nada, pero suponnos moito para os que vivimos disto, porque a Seguridade Social, que son case 200 euros, temos que pagala igual todos os meses. Se non lle tocaran podería dar algo», afirma.

Y es que esta mariscadora, como el resto de sus compañeras, mantienen -porque además lo saben- que la ría de Corcubión es en sí muy rica «e canto máis a traballes máis dá», pero se topan de bruces con los problemas de saneamiento, lo que lleva a cierres decretados por el Intecmar cada dos por tres. «A nosa ruína foi que puxesen esa depuradora aí [junto a la Sicar] que non debe traballar como é debido ou, segundo din debe ter as saídas [emisarios] moi curtos porque as correntes traballan e aínda contamina máis en Corcubión que en Cee», detalla la mariscadora, convencida de que si tuviesen una ría depurada en condiciones podrían generar muchos puestos de trabajo.