Obras particulares levantan ampollas en el protegido casco de Corcubión

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CORCUBIÓN

fotos josé manuel casal

El exministro Caamaño niega que hiciese trabajos prohibidos en la vivienda familiar

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las obras en Corcubión rara vez no traen cola, aunque sean en viviendas particulares, porque el casco histórico se encuentra protegido, muchas casas están catalogadas y todo se mira con lupa, más que nada porque cuando los vecinos ven algo hecho que a ellos no se les permitió ponen el grito en el cielo.

Ahora mismo, como salió a la palestra en el pleno del jueves por la noche, están en entredicho dos casas, una frente al cementerio y otra en el número 25 de la Avenida da Constitución que, para más inri es propiedad de la familia del exministro de Justicia Fran Caamaño.

El portavoz del BNG, Xosé Ansede, le había comunicado de palabra al alcalde que a la vivienda le falta un muro, supuestamente de carga, entre la galería y el interior, ya que la obra estuvo a la vista de todos hace unos meses. Incluso señaló como había constatado con el arquitecto del Concello que en esa pared existían tres puertas que ya no están.

El regidor, Manuel Insua, le dijo que eso había que constatarlo a nivel técnico y que, de ser así, ordenaría la apertura del correspondiente expediente porque, al igual que el edil del BNG, recalcó que no están en el Concello para perseguir vecinos, pero sí para que las normas sean iguales para todos; algo que Ansede dice que no siempre se cumple.

Sin embargo, Caamaño niega la mayor. «Home, a verdade é que podían chamar e preguntar, porque non sei se agora atoparei as facturas, pero esa parede tirouna meu sogro hai 20 ou 25 anos. Nós non fixemos máis nada que arranxar a galería e pintar. Por suposto que se quixera facer obra nunha casa á que vou un mes ao ano, pediría licenza», afirma el exministro, quien asegura que contestará cualquier requerimiento oficial que le llegue, pero no piensa hacer otra cosa porque no tiene nada que ocultar en absoluto. Lo que sí dice Caamaño, como se comentó en el pleno, es que pidió permiso para revestir con zinc la parte superior, porque así era originalmente la casa, e incluso le llevó fotos antiguas al arquitecto, pero, como le denegaron la autorización, optaron por pintar.

En la otra vivienda, por la que se interesó la portavoz del PP, Gema Freire, sí que las obras en el tejado están a la vista. El alcalde aseguró que fue enviado el policía local dos veces para conminar al propietario a que parase las obras. Como no fue así, ya le ha dado instrucciones al arquitecto municipal para que abra expediente de reposición de la legalidad, ya que ni siquiera tiene licencia.