La corta de castaños de Corcubión se hizo sin autorización ambiental

J. V. Lado, T. Longueira CEE, CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

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Hay una investigación abierta y el alcalde anuncia medidas si detecta un daño grave

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los castaños del Igrexario de Corcubión se cortaron sin el conocimiento de la Iglesia, sin que el cura percibiese remuneración alguna por ello y sin la preceptiva autorización forestal para evaluar el impacto ambiental que la actuación pudiese tener.

Al menos eso es lo que se desprende de las pesquisas realizadas hasta el momento, que incluyen la petición por parte del alcalde, Manuel Insua, de un informe a la Policía Local, y podrían implicar la apertura de un expediente por parte de la Xunta con sanciones muy graves.

La corta, según fuentes municipales y del sector forestal consultadas, se habría llevado a cabo con la retirada de eucaliptos de una finca particular próxima, para la que sí existía la correspondiente autorización del Distrito V. El maderista implicado, que no ha contestado las llamadas telefónicas para conocer su versión, habría alegado que, debido a las dimensiones de los eucaliptos, algunos de ellos cayeron sobre los castaños del Igrexario y los cortaron porque estaban dañados.

Sin embargo, en la zona de se observan al menos una decena de tocones de este tipo de frondosas, lo que hace difícilmente creíble esa posibilidad de un daño accidental. Además, las ramas de los eucaliptos cortados, no han sido retiradas o trituradas como marca la normativa, lo que supondría otra infracción.

Según fuentes especializadas consultadas, las sanciones en estos casos se imponen atendiendo al tiempo que tardarían los árboles en regenerarse y oscilan entre los 6.000 euros y más de un millón. Lo que no está del todo claro en la legislación es si se entiende que el entorno se regenera en el momento que hay plantas nuevas para sustituir a las antiguas o cuando estas han alcanzado el crecimiento que tenían las anteriores. En este último caso, harían falta decenas de años para que el entorno volviese a su situación anterior, ya que muchos de los castaños retirados superaban los 30 centímetros de diámetro.

En cualquier caso, y pese al daño sufrido por el Igrexario, que parece evidente en cuanto a su aspecto actual, afortunadamente, según dicen los expertos, no se trató de una corta total, quedó un número importante de castaños jóvenes y sanos que podrán devolverle la belleza al paraje.