El agente bien conectado, en el ojo del huracán

J. V. L. CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

Alejandro Piñeiro Conde en una imagen de archivo.
Alejandro Piñeiro Conde en una imagen de archivo. manu negreira< / span>

La extensa y dudosa trayectoria del implicado en el conflicto de seguros Reale

29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandro Piñeiro Conde (Corcubión, 1952) es probablemente «o axente de seguros máis antigo da Costa da Morte», según explica un compañero de profesión, que le recuerda cuatro décadas largas de trabajo en el sector en Seguros Galicia, posteriormente absorbida por Aegón y esta vez por Reale, la compañía que lo ha expulsado porque lo considera un presunto defraudador y con la que mantiene un conflicto ya judicial debido a muchas decenas de clientes de la Costa da Morte estuviesen sin seguro pese a haberlo pagado.

En esa extensa trayectoria hay algún episodio oscuro, como su detención en relación al asesinato de una mujer que nunca llegó a esclarecerse, pero también una historia de éxito y representatividad social, ligada a los buenos contactos en el mundo de la justicia, las fuerzas de seguridad, la política, la empresa y el deporte, con un período en la presidencia del club de fútbol de Corcubión, la localidad a la que está más ligado, junto con la de Cee, donde tiene su negocio.

Estas buenas relaciones, que contrastan con otras posturas de quienes nunca se fiaron de su figura, le granjearon una amplia y lucrativa cartera de clientes, que en los últimos años ya no es lo que era, según fuentes conocedoras del sector en la zona. A partir de ahí llegaron los problemas porque «isto xa non vén dun ano nin de dous», tal como destaca otro colega y que el propio Piñeiro Conde califica como un «problema persoal» entre él y la compañía Reale. Empresa, o al menos alguien más dentro de ella, a la que estos agentes consultados también atribuyen responsabilidad, porque no entienden como no alertó a sus clientes en todo este tiempo y permitió que cayesen en situaciones de vulnerabilidad legal.

Una disputa que, a grandes rasgos, vendría dada por la retención de pagos por parte de la firma a Piñeiro y el supuesto cobro por parte de este de dinero de las pólizas que no llegaba a su verdadero destino. Asunto que ahora ha dado lugar a demandas cruzadas en las que tendrán que decidir los tribunales.