Ecovoz inauguró el verano del Aquapark

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

Jose Manuel Casal

Clausurada la 18.ª edición del programa de Radio Voz, cuyo «Ecopreguntoiro» ganó el Manuela Rial de Cee

10 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El desparpajo de los niños da para mucho. Para recibir a una conselleira antes de su intervención al canto de «¡Bea, ídolo!», para someterse ciegamente a los trucos de un mago o para pedir perdón con el más absoluto respeto en caso de se aproxime un balón a quien no jugaba. También para apuntar que «Galicia tiene un color especial» cuando la mandataria los exhorta a trabajar desde el hoy para tener la Galicia cuidada que deseen mañana. Sobraron las anécdotas ayer en el Aquapark de Cerceda, que abrió su temporada de verano con la fiesta de clausura del programa medioambiental Ecovoz, promovido por Radio Voz desde Carballo y patrocinado por Sogama. La veda de la diversión está abierta en el parque acuático cercedense y los primeros en disfrutarlo fueron más de 600 niños llegados de los colegios Manuela Rial Mouzo, O Salvador, A Ponte, Condesa de Fenosa, Xesús San Luís Romero, Milagrosa, Laredo, Lestonnac, Pablo VI-Fátima. Esto es, de las cuatro provincias.

La 18.ª edición de Ecovoz partió con 16 centros inscritos y, finalmente, fue el Manuela Rial Mouzo de Cee el que se llevó el primer premio del Ecopreguntoiro, concurso estrella del espacio de divulgación ambiental. De su director, Isidro Caamaño; de la teniente de alcalde de Cerceda, María Viqueira; y de la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, recibieron los pequeños varias ideas: el agradecimiento a quien promueve este tipo de encuentros, las gracias a profesores y alumnos por su esfuerzo y, sobre todo, la necesidad de poner todo el empeño y el respeto en la protección del medio ambiente.

No hay auditorio más sincero, agradecido y exigente que el de los pequeños. Las autoridades congregadas en Cerceda sabían bien que un viernes de sol como el que ayer lució, con las piscinas y los toboganes al lado, y con el fin de curso ya próximo, no se prestaba a discursos extensos, por lo que incidieron en un mensaje claro: han de seguir trabajando en favor del medio. Con el permiso del «ovo de mago» de Álex, de sus pañuelos y hasta de sus piedras en el zapato, motivo de las risas de muchos, fue el agua el gran reclamo de la jornada. Claro que los niños agradecieron regalos y diplomas por su participación, pero la mente estaba puesta en el baño. Y, además, sin pudor alguno a confirmarlo.