Antonio Méndez Farto tiene casi 89 años y oficia misa a diario en sus parroquias dos parroquias, Canduas y Borneiro. Es el más veterano de la zona en activo. Y un gran músico
10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Antonio Méndez Farto es el sacerdote en activo más veterano de los 42 que se encargan de las 157 parroquias de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda. Le gana justo por un año al de Muxía, Manuel Liñeiro. El primero nació el 25 de enero de 1928, así que le queda poco más de un mes para cumplir los 89. El segundo vino al mundo el 20 de enero, pero del 29. Mucho más joven. En realidad, hay sacerdotes más ancianos, pero ya no ofician como tales.
Xosé Lamas Pallas, por ejemplo, nació en junio de 1920 en Berdillo, pero vive en la casa sacerdotal de Santiago. Francisco Pallas López, de Razo, es del 23, pero reside en un asilo en A Coruña. O Manuel Gesto García, de Noicela, que nació en 1925 y fue canónigo organista de la catedral, y que lleva ya mucho tiempo retirado. Hay alguno más de esa quinta o similar, como Xosé Pumar Gándara, de impresionante memoria y capacidad intelectual y que oficia misas con frecuencia, pero sin parroquias a cargo, como ocurre con Méndez y con Liñeiro.
Porque Méndez Farto es de misa diaria. Una en Canduas y otra en Borneiro. Visita a los enfermos, atiende a los feligreses que lo visitan, camina, juega la partida, charla con mucho sentido del humor. Oye poco, eso es lo malo, aunque con el audífono se apaña. Ya no conduce, pero no por su gusto. Hace más o menos un año se rompió un brazo en una caída y no renovó el carné. Ahora lo llevan. Su capacidad mental y vitalidad está intacta, poco habitual a esa edad. Se le nota al hablar y también lo corrobora la persona de la casa en la que reside y que lo cuida. Y él asiente. Ante la pregunta sobre si tiene pensado jubilarse, contesta: «¿E se me retiro, que fago? Aínda teño algo e podo axudar». Recuerda que recientemente han fallecido, o se han jubilado, varios compañeros, y detalla lo complicado que se ha puesto ahora todo con curas que tienen que llevar muchas más parroquias de las que le tocaron a él y a los de su época. Nacido en Oroso, ordenado en junio del 54. Pasó por Centroña y Boebre, en Pontedeume; en el 56, por Budiño y Cezar, en Oroso, y en el 68 llegó a Canduas, que compaginó con Borneiro desde el 88, aunque en varias etapas. También llevó un tiempo Nantón.
Quienes le conocen destacan su calidad como músico, además de creador de las primeras corales de la zona. Entre ellas, la de San Martiño de Canduas. Ha recibido varios homenajes por parte de vecinos y feligreses. Y premios, como la insignia y diploma Marcial del Adalid, a cargo de la Real Academia Galega de Belas Artes.