Vio nacer la central térmica de Meirama y, ahora, está recién jubilado
29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.José Antonio Coterillo (Miengo-Cantabria, 1951) vio nacer la central térmica de Meirama. De hecho, comenzó a trabajar allí como técnico de mantenimiento hace 38 años, cuando todavía se estaba terminando de construir. Vecino de Culleredo, abuelo de dos nietos y recién jubilado, dice que ya no quiere saber nada de la tecnología, pero sigue en activo con mil frentes abiertos. Y ayer sus compañeros le rindieron un homenaje en el local de La Juventud de Cecebre.
-En 38 años de profesión habrá tenido muchos sustos en la central térmica. ¿Cuál fue el más grave?
-Algunos fueron graves al principio pero, por suerte, todos se quedaron en cosas livianas. Es verdad que al principio hubo momentos de agobio y pensé en volverme a mi tierra. Pero ahora soy más de aquí que de Cantabria.
-¿Y por qué no quiere saber nada de la tecnología?
-El hecho de dedicarle mi vida profesional a la tecnología hizo que dejase pendiente otras fases, otras aficiones por falta de tiempo.
-¿Cuáles?
-Pues en el mes de septiembre me matriculé en la Universidad Sénior. Al llega a este momento de mi vida laboral he dado un cambio, un giro total, introduciéndome en un nuevo ambiente social. He hecho borrón y cuenta nueva con la tecnología y ahora estudio Arte y Patrimonio, Psicología y algo de gallego.
-¿Ya ha tenido los primeros exámenes?
-Los exámenes en la Universidad Sénior son voluntarios. Lo que hay es un compromiso de asistencia, es un compromiso más bien con uno mismo. Y la verdad es que tiene mucho éxito.
-Es usted un ejemplo. También se prepara para hacer el Camino de Santiago.
-Sí. En principio somos un grupo de cuatro personas, aunque podremos llegar a seis. Quedamos todos los días para andar, para entrenar. Nuestro objetivo es hacer el Camino de Santiago desde Roncesvalles, por lo que emplearemos unos 45 o 50 días. Y eso es algo que queríamos hacer desde hace mucho tiempo, pero por falta de tiempo no podíamos.
-¿Volverá por Meirama?
-Tengo muy buenos recuerdos de Meirama: ha sido toda una vida en la centra térmica. Pero yo allí ya soy historia. Ahora hay una nueva generación de jóvenes responsables que aplican nuevas tecnologías. Así que hay relevo. Seguiré en contacto con la gente, con el entorno de la actividad social, pero ya es una parte pasada de mi vida.
-Usted ha pasado por todas las reconversiones y fusiones en la factoría de Meirama (Fenosa, Unión Eléctrica Fenosa y ahora Gas Natural Fenosa...). ¿Qué futuro le augura a la central?
-Muy bueno a medio plazo. En la central se hizo una transformación muy potente y yo creo que ahora funciona de una forma muy eficaz.