La comunidad de Monte Xalo mantiene las restricciones pese a las últimas precipitaciones

La Voz

CERCEDA

Cada día se consumen en la urbanización una media de 50.000 litros

29 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las precipitaciones caídas esta semana han mitigado algo las casi nulas reservas de agua en el lago de Monte Xalo, que abastece a medio millar de vecinos durante la temporada estival. Sin embargo, y pese a la leve mejoría de la situación, la comunidad que lleva las riendas de la urbanización privada, ha decidido mantener las restricciones en el servicio. Es decir, solo habrá abastecimiento todos los días desde las seis de la tarde hasta las nueve de la noche.

El motivo, que el nivel del lago apenas se está a unos 40-50 centímetros de su capacidad cuando su tope máximo ronda los tres metros. Y es que mientras en el resto de la comarca las lluvias fueron intensas, especialmente en las jornadas del lunes y el martes, en el entorno de Monte Xalo no llovió con la misma intensidad, y en la comunidad vecinal existe temor a que septiembre venga bueno y se queden sin agua a las primeras de cambio como ocurrió en los meses de junio, y sobre, todo julio, en los que varios camiones de bomberos tuvieron que rellenar de agua los dos depósitos, de 950 metros cúbicos cada uno de capacidad, que abastecen a las viviendas.

En todo caso, la situación ha mejorado levemente en las últimas jornadas, pero tampoco «como para echar cohetes», según relató ayer un coruñés que tiene su segunda residencia en la parte cercedense de la urbanización.

Entre los vecinos hay malestar por la falta de apoyos de los concellos de Cerceda y Carral para buscar una solución de consenso. Los ayuntamientos sostienen que se trata de una urbanización privada y que son ellos, como propietarios, los que tienen que pagar de su bolsillo una canalización de la traída, que, en el caso de Cerceda supondría una inversión de unos 800.000 euros. Sin embargo, los residentes responden: «Ser, seremos una urbanización privada, pero los impuestos municipales, como el IBI, sí que los pagamos religiosamente cada año», argumentó este titular de una vivienda en el Xalo.