El lago de Meirama está al 82% y el llenado acaba de reanudarse

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

Vista panorámica del lago de Cerceda, que ocupa la antigua aldea de As Encrobas, de la que se extrajo el lignito de la mina de Meirama.
Vista panorámica del lago de Cerceda, que ocupa la antigua aldea de As Encrobas, de la que se extrajo el lignito de la mina de Meirama. CASAL< / span>

La antigua mina de Cerceda está completa durante el 2016

28 feb 2015 . Actualizado a las 18:43 h.

El lago artificial de Meirama ya está casi lleno. En concreto, se encuentra al 82 % de su capacidad. Estará completo, y las obras de llenado terminadas, durante el año que viene. Aún no se puede saber el mes, porque depende de cómo vengan las lluvias. Si lo hacen al ritmo de este invierno y del pasado, antes de mediados de año.

Será, en todo caso, un año definitivo, a contar desde ahora, porque las labores de aporte de agua acaban de reanudarse este mes, hace unos días, tras siete meses paradas. En concreto, toda la segunda mitad del 2014 y el mes de enero al completo, además de unos días de febrero. Esta suspensión se ha debido a la construcción de la primera fase de la obra de regulación que lleva acabo Augas de Galicia, desde la toma de caudal hasta el edificio que alberga la cámara de válvulas. Durante este período las aguas se derivaron del lago para mantener el nivel de la lámina acuática, según explican desde Gas Natural Fenosa. Se trata de la captación para Cecebre, desde donde se abastecerá el área coruñesa, con 560.000 habitantes. Los trabajos superan ya el 60 % de su ejecución y, en teoría, deberían estar terminados antes de que acaba este año. Las obras cuestan 1.9 millones, además de los 11 millones de la canalización entre ambos puntos.

Los aportes se restablecieron el pasado día 12. En la actualidad se acumulan ya 122 hectómetros cúbicos. La superficie de la masa acuática es de unas 150 hectáreas, con más de dos kilómetros de largo. El calado se acerca a los 200 metros.

Siete años de trabajos sobre los restos de lignito

Será el segundo gran lago artificial de Galicia, tras el de As Pontes. Tendrá un uso recreativo, pendiente de concretar (el plan de reparto con el Concello de Cerceda lleva más de un año estancado), con un inmenso parque alrededor, sobre todo de frondosas, ya muy desarrollado, pero sobre todo dará suministro de agua al área metropolitana de A Coruña.

Todo eso ocurrirá a partir del año que viene, tras muchos de llenado. De momento ya van siete, tras el cese de actividad de la mina de As Encrobas en el 2007, y el comienzo hace justo siete años. Las lluvias, muy intensas en los dos últimos inviernos, y las 16 vaguadas y cursos fluviales son los principales aportes del inmenso vacío que dejó la extracción de lignito. El perímetro superará los seis kilómetros. El lugar presenta un aspecto espectacular (las aves acuáticas migratorias ya forman parte del paisaje de temporada), pero de momento el acceso público está vedado, salvo invitación.