Certezas, medias verdades y mentiras en el conflicto de la piscina de Cee

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CEE

XESÚS BÚA

Las distintas partes dan explicaciones en buena medida interesadas de por qué la instalación llegó a cerrarse

16 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno municipal, los partidos de la oposición y el empresario al que le retiraron la concesión dan sus propias explicaciones de cómo se llegó a la situación actual de la piscina de Cee, más de un año cerrada y pendiente ahora de que alguien se haga cargo de ella con un contrato de gestión interesada. Cada uno defiende su postura con versiones no exentas de interés y que mezclan realidades evidentes con otras que no son tal.

¿Podía haber actuado el Concello de otra forma?

Desde luego y hay ejemplos similares, que no idénticos, en municipios vecinos. Otra cosa son las implicaciones legales y dificultades que podría entrañar un camino diferente. Ya no en el 2014, cuando empezaron los problemas con los trabajadores, sino varios años antes, desde el mismo momento en que la empresa no contrató al fisioterapeuta y los dos educadores infantiles que había ofertado para hacerse con la concesión, se estaban incumpliendo las condiciones pactadas. Ahora bien, el Concello miró para otro lado durante años hasta que estalló el conflicto.

¿Quién es el responsable de que esté cerrada?

El principal, la empresa Aquacenti. Incumplió un contrato firmado, dejó de pagarle el canon al Concello y las nóminas a los trabajadores, lo que motivó la huelga, la imposibilidad de continuar con el servicio y el rescate. Ahora bien, hay que analizar qué causas condujeron a esa situación.

¿Se debió a mala gestión?

No estrictamente, sino más bien lo contrario. Aquacenit logró en su última etapa, ya ligada a Axiña Servicios Deportivos, la cifra más alta de abonados que tuvo nunca la piscina, unos 700, la satisfacción de los usuarios mejoró considerablemente y llevó a cabo inversiones para subsanar deficiencias que generaban muchas quejas. En vista del resultado, el asunto parece que obedece más a un mal cálculo y que la empresa no sabía exactamente donde se estaba metiendo. Los trabajadores no estaban en las condiciones que le correspondían y habilitarlos conforme a convenio acabó por desbordar el desequilibrio económico de la concesión. Los ingresos no daban para abrir tantas horas y los gastos acabaron por comerse los recursos hasta llegar a la inviabilidad.

¿Hubo graves problemas sanitarios en la piscina?

No, Sanidade nunca atestiguó tal cosa, pese a que sí se registrasen incidentes, por ejemplo con la cloración del agua o el seguimiento de los controles.

¿Debía el gobierno negociar con Aquacenit?

En principio, no y así lo dijeron distintos informes jurídicos. Aceptar unas condiciones distintas a las que llevaron a la empresa a ganar la concesión sería alterar el concurso público y crear un agravio con las otras compañías que no lo ganaron.

¿Podía gestionarla el Concello directamente?

Algunos informes decían que no, solo lo propuso el BNG y no llegó a estudiarse en profundidad, con lo que queda la duda.

El BNG habla de una presunta contabilidad paralela durante la anterior gestión

El concejal del BNG, Serxio Domínguez, quiso responder ayer a las alusiones directas del gestor de la piscina al que le retiraron la concesión, Antonio Yáñez, que tiene abierto un pleito contencioso contra el Concello por este motivo y asegura que él únicamente ha perdido dinero, mucho, y ha recibido ataques infundados en todo este proceso.

Domínguez reconoce que las condiciones que ahora se ofertan son más ventajosas que las que pedía Yáñez para seguir adelante y evitar el cierre de la piscina y, por tanto, le invita a que se presente y se haga de nuevo con la gestión, «pero este señor o que quería era cambiar as normas de xogo co partido comezado e iso non pode ser».

El edil sí considera que hubo una mala gestión por parte de Aquacenit, por ejemplo con la contratación de personal foráneo al que le tenía que pagar alquileres para vivir en Cee. «E que cargaba á piscina de Cee gastos da piscina de Outes e está recollido nos documentos. Así, normal que non fose rendible», afirma Domínguez que se hizo eco de presuntas irregularidades que llevan tiempo comentándose en la localidad, pero nadie había hecho públicas hasta la fecha. «Supostamente había versións de extraballadores que dicían que na súa xestión había unha caixa b e ata unha caixa Cee. Eu descoñézoo, pero son versións de traballadores que coñecían a realidade da piscina», señaló el concejal, que se mostró indignado con las apelaciones de Yáñez, aunque le dio la razón en algunos aspectos.