Las instalaciones siguen inutilizadas por falta de las condiciones necesarias
05 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los trabajadores de la piscina municipal de Cee volvieron ayer por la mañana a sus puestos sin que eso signifique que las instalaciones puedan, de momento, ser utilizadas por los usuarios.
Según explica el representante laboral de los empleados, Gonzalo Guerrero, el agua de los vasos y de las duchas no está todavía en las condiciones necesarias para abrir al público. Es más, dudan que Aquacenit, la empresa concesionaria a la que el Concello acordó rescindirle el contrato el viernes pasado vaya a poner los medios precisos para reactivar el servicio, toda vez que las posibilidades de entendimiento con el Consistorio son nulas.
El director del centro, Juan Carlos Suárez, asegura que «la idea es volver» a poner en marcha la piscina, pero no pueden hacerlo «mientras el Concello tenga suspendido el cobro de las cuotas». Dice que en esto se ciñen a la legalidad y lo que no van a hacer «es privar a la gente de su derecho al trabajo». De ahí que aclarase que ayer, por lo precipitado de los acontecimientos y porque él tuvo que venir desde A Coruña, abrieron aproximadamente una hora más tarde de las siete de la mañana, que es cuando entra la responsable de la limpieza, pero desde hoy mismo quedará establecido ya el horario normal fijado.
Los monitores y técnicos reunidos en asamblea el lunes decidieron suspender su huelga indefinida justo cuando llevaban ya un mes sin generar salarios (no los cobran desde hace tres) ni cotizaciones a la seguridad social. Ahora, aunque dan por hecho que para tener alguna posibilidad de percibir lo que se les adeuda tendrán que ir a los tribunales, su situación es distinta. El responsable de instalaciones deportivas de UGT, el sindicato que les representa, Alejandro Expósito, comunicó formalmente al Concello, la Subdelegación del Gobierno y la empresa que volvían al trabajo, con lo que vuelven a estar dados de alta en la Seguridad Social y también recuperan el derecho a recibir su salario, aunque de momento no se lo paguen.
Gonzalo Guerrero dice que adoptaron estas medidas porque ya hay una decisión por parte del gobierno local, la de rescindir el contrato con la empresa. Además, en cierto modo, actúan de manera consensuada con el alcalde, que les incidió en la importancia de mantener una continuidad, ya que si les fuesen liquidados sus contratos se haría más difícil la subrogación. Este es un compromiso explicitado por el regidor, Ramón Vigo, en el último pleno con asentimiento del resto de ediles, pasa porque los trabajadores continúen en sus puestos con la concesión provisional y también, en caso de que sea posible, con la definitiva.
Para Alejando Espósito la empresa «non ten vontade ningunha» de que el servicio vuelva a funcionar, entre otros motivos porque ya da por hecho que quedará sin esta concesión. Sin embargo, considera que «ten dúas opcións: ou cumprir coa resolución do Concello e marchar ou por a funcionar o servizo. Agora se tés aos traballadores e non o dás xa non che quedan desculpas», incide.
En el aspecto laboral dice que están relativamente tranquilos, porque el propietario de la piscina, que es el Concello, manifestó su intención de mantener a los trabajadores. Cree que con un gestor provisional, que además no asume los mismos riesgos que un concesionario, los empleados podrían recobrar la estabilidad que demandan.