Compañeros y rivales salvan a un jugador del Ameixenda asfixiado

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

JORGE PARRI

Javier Caamaño Quintela, que quedó inconsciente, se recupera en el hospital

05 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La rápida intervención de sus compañeros, de la gente que había en el campo y la inestimable aportación de dos jugadores del Cerqueda, que estuvieron en la Marina y tienen conocimientos de primeros auxilios, salvaron ayer por la tarde a Javier Caamaño Quintela, Javier de Mariucha, de sufrir consecuencias muy graves, incluso para su propia vida.

El futbolista de la Sociedad Deportiva Ameixenda, que además es natural de la parroquia y que lleva en el club desde su fundación hace cuatro temporadas, cayó inconsciente en el campo a consecuencia de un lance del juego.

Según explicaron sus compañeros, el mediocentro ceense tomaba parte en una impetuosa jugada de ataque y, cuando corría a toda velocidad por la frontal del área rival, se topó con las piernas de un contrario. El choque, ocurrido cuando faltaban más o menos cinco minutos para el descanso, le hizo salir despedido por el aire antes de caer al suelo con violencia y en una mala posición.

El impacto le hizo perder el conocimiento y, además, presentaba graves problemas para respirar, con lo que resultó providencial que el propio club tuviese en el campo lo que se conoce como tubo de Guedel, una cánula indicada para este tipo de casos, así como los conocimientos de los jugadores malpicáns. «A verdade é que lle estamos todos moi agradecidos porque se pode dicir que lle salvaron a vida», explica el delegado local.

Entre todos, y con estas maniobras, lograron primeiro que el joven treintañero no se asfixiase y que, poco a poco, fuese recuperado la consciencia. De hecho, ya sobre el propio campo volvió en sí, aunque estaba muy desorientado.

Unos 20 minutos después llegó la ambulancia del 061 que, para desesperación de los que asistían al jugador, no acertó a la primera del mejor acceso al campo, sino que dio un pequeño rodeo. Los sanitarios lo trasladaron al hospital Virxe da Xunqueira de la localidad.

Ya allí, el jugador siguió recuperándose de manera satisfactoria, aunque varias horas después de lo sucedido, todavía tenía lagunas y era incapaz de recordar lo que le había ocurrido, ni donde había estado recientemente. Unas consecuencias que, según un médico consultado, son habituales en este tipo de impactos y no suelen traer mayores complicaciones porque se van en poco tiempo.

Los equipos en vilo

En cualquier caso, el joven tendrá que pasar la noche en observación en el Virxe da Xunqueira, más que nada de forma preventiva y para ser sometido a distintas pruebas que descarten un daño cerebral o de otro tipo mayor.

El incidente, que al final se resolvió de manera satisfactoria, mantuvo en vilo a los integrantes de los dos equipos y a toda la gente que había en el campo ceense durante una media hora, porque como explicó el delegado local, «ao final non foi tanto como pensabamos, pero ao principio non era ningún chiste porque xa lle oiamos ese ronquido de cando non podes respirar e estás quedando sen aire».