Los trabajadores de la piscina de Cee revocan a su delegado

La Voz

CEE

Los empleados de Aquacenit lo decidieron por 10 votos a favor, tres abstenciones y dos en contra 

16 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajadores de Aquacenit en la piscina de Cee, por 10 votos a favor, tres abstenciones y dos en contra acordaron ayer la revocación de Alejandro Pérez como delegado de personal, en una votación secreta con sobres en urna, tal y como incide Coral Mendoza, promotora de la iniciativa.

«No sé donde están las presiones de la empresa de las que hablan», señala la empleada que, según dice, al igual que la gran mayoría de sus compañeros no quieren entrar en cuestiones políticas y esperan que este conflicto se solucione. «Yo voy a seguir trabajando de aquí en adelante para exigir que se cumpla el convenio colectivo y el pliego de condiciones», asegura Mendoza, quien también quiere dejar claro que las personas que acompañaron al representante sindical al pleno del martes no son compañeros suyos. De igual modo, insiste en que rechazan lo hecho hasta la fecha por Alejandro Pérez porque ellos no quieren que se rescate la concesión. «Eso lo querrá él», apunta.

Sobre todo, Mendoza señala que rechazan «entrar en cuestiones políticas» y lamenta que este caso haya dado el salto a ese terreno, aunque no se ha referido a las graves acusaciones vertidas contra ella por parte de la CIG, que la ha denunciado, y la señala poco menos que como un instrumento al servicio de la empresa, en contra de sus compañeros y recompensada por ello.

Ahora se abre un plazo de un mes para la elección del nuevo delegado sindical, que todo apunta a que será la propia Coral Mendoza. Sin embargo, el conflicto, a la espera de ver la sanción que el Concello le impone a Aquacenit o de que pueda incluso rescatar la concesión, la CIG volvió a cargar ayer con dureza contra el acuerdo alcanzado por los trabajadores. Su secretario local, Xabier Santos, además de dar cuenta del apoyo expreso de otros 20 delegados de personal, entre ellos de A Laracha, a Alejandro Pérez ve esta revocación como una «clara represalia polas denuncias realizadas». Cree que la empresa está vulnerando nuevamente otro derecho fundamental. Añade que existen grabaciones aportadas en las denuncias que demuestran que es el director quien «promove este proceso amedrentando aos traballadores» y que, en este caso, persigue tener las manos libres para despedir al sindicalista. Santos añade que es «lamentábel» que «o sindicato UGT se aproveite dun acoso laboral» para hacerse con el puesto de delegado de personal y que la GIG «non vai cesar na loita pola defensa dos traballadores».