Los cortes de calles por las obras en el centro carballés provocaron atascos

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

La anulación de un carril en la Vila de Negreira saturó algunas vías del centro por la mañana

11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las calles del centro de Carballo sufrieron largos atascos debido a los desvíos por las obras de la calle del Sol. Y no tanto por esta, que ya lleva así buena parte del verano, sino por la renovación de servicios en su parte sur, junto a la rotonda, lo que obligó a cortar un carril de la Vila de Negreira en sentido ascendente. Esta carencia obligó a desviar todo el tráfico llegado desde las carreteras de Santiago y Ordes (y la conexión con la AC-552) por A Milagrosa, hacia la Avenida de Fisterra y Fomento, sobre todo. Por la mañana se formaron largas colas en ambas, además de las conexiones hacia la zona norte a través de la Praza de Galicia, la rúa Ponte e incluso la de A Saúde, obligando además a rodeos considerables.

Curiosamente, este traslado dejó mucho más vacías de lo habitual a otras calles con circulación diaria intensa, como la Gran Vía, atípicamente silenciosa por la mañana y por la tarde.

En principio, el cierre parcial de la Vila de Negreira terminará mañana, según señalaron desde el departamento de Obras del Concello. Pero no es la única calle por la que no se puede transitar. Otras obras también lo impiden en el entorno de los colegios A Cristina y Xesús San Luís Romero, que mejorarán la accesibilidad a los centros, aunque llegan muy justas para el inicio del curso escolar.

Las obras de la calle del Sol también afectan a la Santa Ana, que ha estado cerrada hasta la semana pasada. En la actualidad se puede conducir en dirección a la rotonda. Por otro lado, la calle Río también está vedada al tráfico por la profunda transformación que aún no ha terminado.

CEDIDA POR EL DUEÑO DEL COCHE

Suelo resbaladizo en la calle Calas, con accidentes

Un conductor carballés denunció ayer que volcó su coche a consecuencia de la grava que quedó en la calle Calas (por falta de adherencia al frenar), y que, como a él, le pasó a otros. Por fortuna, no hubo heridos. En la Policía Local no constaba, pero ayer por la tarde iba a ponerlo en su conocimiento.