La huelga de transporte dejó de nuevo sin autocares la estación de Carballo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

La falta de servicios mínimos obligó a numerosos viajeros a quedarse en tierra

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que la semana pasada, la huelga de transporte afectó por completo a la estación de autobuses de Carballo, que ayer estuvo sin movimiento, salvo el de algún usuario que desconocía la existencia del paro, que como el miércoles de la semana pasada volvió a quedarse sin servicios mínimos, aunque no hubo ningún incidente.

Uno de los afectados fue Sara Rodríguez López, natural de Cuns, pero residente en A Coruña. Volvía a la ciudad herculina, y ya le sorprendió ver que a la parada de Agualada no llegaba ningún bus. Una familiar que la llevó hasta allí completó el viaje hasta Carballo, pero al llegar ya se enteró de lo que pasaba. «É que non hai nin servizos mínimos», se quejaba. Ya estaba viendo qué hacer, y planteándose llamar de nuevo a los familiares para regresar a Cuns, contrariada por la falta de información.

El incumplimiento de los servicios mínimos volvió a desatar ayer -hoy se prevé una situación parecida- un auténtico caos en Fisterra, sobre todo para los cientos de peregrinos que mantienen los establecimientos de la localidad con una ocupación próxima al 80 %. Al no llegar, ni salir, de Fisterra los autobuses previstos, uno por la mañana y otro por la tarde, con dirección a la capital de Galicia (tampoco los hubo para A Coruña), los taxis y servicios discrecionales de transporte se han quedado más que cortos, hasta el punto de que muchos profesionales han tenido que recurrir a las localidades vecinas para dar servicio a sus clientes. Algunos visitantes incluso tuvieron que modificar sus planes iniciales debido a la falta de buses. «Yo tenía aquí un chico que mañana tenía que coger un avión y, ante el temor a perderlo, ya se fue hoy», explicaba ayer por la tarde Alexia Benlloch del albergue Cabo da Vila, que ya tiene reservados para hoy cuatro taxis, uno de ellos de Fisterra, para atender a sus huéspedes. «80 euros entre cuatro les sale a 20 euros y tampoco es tanta diferencia con el autobús», señala la hostelera, que ve el principal problema a la hora de buscar plazas para todos y en que la información oficial sobre los servicios mínimos, no se corresponde con los que efectivamente se cumplen.