Algunas fiestas tienen continuidad «gracias» a los residuos

s. g. rial / j. v. lado CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ELAINE OLIVEIRA

En Carballo, una vecina detectó un vertido de combustible junto al río Anllóns, cerca de la estación de autobuses

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces, las fiestas incluyen efectos secundarios propios del incivismo de algunos participantes. Es un mal casi endémico, que seguramente va a menos, pero que aún está muy enquistado, fruto de una falta de civismo que debe mejorar.

En el terreno en el que se celebró la Festa da Carballeira de Baio, por ejemplo, ayer aún se podían ver los restos de basura de la multitudinaria celebración dominical. Botellas de todo tipo, plásticos, otros elementos... La huella de la diversión se prolonga más que el horario de la fiesta.

En Carballo, detrás de la estación de autobuses, apareció el lunes por la noche en el río una gran mancha de combustible, probablemente gasóleo. Una vecina, Elaine Oliveira, que paseaba a sus perros, la advirtió. Un amigo avisó al 112, y este a Protección Civil. Llegaron y grabaron la situación, explica esta vecina. No detectaron mortandad de peces, señaló ayer un portavoz. Un agente de Conservación da Natureza inspeccionó ayer la zona y tampoco vio efectos directos. Se trata de una canalización de pluviales que vierte al río. Muy probablemente alguien echó, por voluntad o por descuido, algún líquido. Ha coincidido con el fin de las fiestas, además en una zona en la que se habían establecido varios feriantes. Es una posibilidad, tal vez una coincidencia. La vecina que dio la voz de alarma temió por los peces y los patos que suelen verse en esa zona. Cree que el Anllóns «está siendo maltratado».

Por otra parte, los vertidos incontrolados (con fiesta o sin ella), desde residuos sólidos urbanos, restos de obras o material industrial, son un mal endémico que parece imposible de desterrar de la Costa da Morte, donde prácticamente cada semana aparece un ejemplo nuevo de este tipo de contaminación. Basta darse una vuelta por los tramos muertos de las principales carreteras (AC-552, AC-550, AC-418) para ver como se han convertido en muchos casos en auténticas escombreras, pero hay casos todavía más recientes y llamativos. Hace solo unas semanas el PP de Zas denunciaba un depósito incontrolado de residuos y además municipal junto al pabellón polideportivo. El alcalde aseguró que se trataba solo de un punto de acopio para cargar los contenedores para sus tratamiento, pero lo cierto es que ya había sido denunciado anteriormente por la Guardia Civil y el día después de que saliese a la luz pública el poco edificante aspecto de la parcela, una empresa de reciclaje limpiaba la zona.

El vertido más significativo de los registrados en los últimos meses se produjo en la ría de Corcubión a cuenta de una avería en el depósito del gasoil del colegio Praia de Quenxe, que derramó aproximadamente unos 6.000 litros de gasoil al mar. El combustible estuvo filtrando por el terreno durante unas dos semanas e incluso se vieron afectados con un cierre los mariscadores.

En la propia ría, aunque por el lado de Cee, son frecuentes y además crónicos los vertidos de fecales a los ríos canalizados por el entorno urbano. La falta de separación de las pluviales y las conexiones irregulares abundan en amplios tramos de la red con lo que son necesarias obras importantes, algunas en proceso de tramitación, para corregirlo. Entre tanto se ven escenas como la registrada a principios de este mes cuando el canal principal bajaba hacia el mar repleto de productos de higiene íntima y todo tipo de desperdicios arrojados por el saneamiento y que no pasan por las depuradoras. Unas infraestructuras que reciben bastantes críticas, y no solamente en Cee donde las graves deficiencias de las de Lires y Estorde, pendientes de obras, implican una calidad del agua insuficiente para el baño en las respectivas playas. Bien por su mal dimensionamiento o porque reciben aportaciones muy superiores a aquello para lo que están diseñadas son foco frecuente de desbordamiento y, por tanto, de vertidos sin tratar.