El tribunal obliga a justificar una exclusión de la Escola de Hostalaría

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Jose Manuel Casal

Una entidad provincial fue apartada del concurso carballés por baja temeraria

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) ha ordenado al Concello de Carballo a que explique los motivos por los que se excluyó a la Asociación provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña de la licitación para hacerse cargo de la Escola Municipal de Hostalaría, que técnicamente se denomina Formación en Cociña do Concello de Carballo. En concreto, en una resolución firmada en Madrid el pasado día 12 de este mes, el tribunal acuerda «ordenar la retroacción de las actuaciones hasta el momento de la notificación de la resolución impugnada, de modo que se recojan en esa notificación los motivos de exclusión de la oferta de la recurrente».

Hay que recordar que ese concurso fue declarado desierto, ya que ninguna de las dos empresas salió adelante. Garfio de Barizo, de Fernando Agrasar (As Garzas), quedó excluida porque su objeto social no coincidía con el objeto del contrato (no podía impartir formación), a pesar de ser la oferta más valorada, pero ese requisito técnico lo invalidaba por completo. Y la asociación de empresarios también quedó fuera por baja temeraria, con una oferta más de un 30 % inferior a la cifra señalada como limite por el Concello (85.000 euros al año, sin IVA, por un total de tres).

Pero los empresarios recurrieron al TACRC (que ya ha tratado sobre muchos temas carballeses en los últimos años, como el ciclo del agua o la limpieza de las playas) esa exclusión, y le ha dado la razón en parte. La petición iba más allá. Por ejemplo, pedía que fuese desestimado el informe de un comité de expertos que desaconsejaba contratar con la asociación provincial, y eso no ha sido tenido en cuenta, ni tampoco la nulidad total del acuerdo y que se le adjudique a ellos directamente.

Pero sí se ha tenido el hecho de que no se «dedique ni una sola línea a justificar los motivos de ese rechazo», que es algo que habrá que hacer ahora. El propio informe del órgano de contratación, remitido al tribunal, reconoce esa tacha, aunque también que los representantes de la entidad pudieron ver el informe completo, considerando que sí es necesario justificar los motivos. Y eso es lo que finalmente se ha decidido.

Pero, ¿cuáles son las consecuencias prácticas? Aquí entra ya la segunda fase de este proceso, cada vez más enrevesado. Justamente la semana pasada, el viernes, el Concello publicaba en el Boletín Oficial da Provincia el anuncio de una nueva licitación del contrato para la Escola de Hostalaría, con algunas modificaciones sobre el anterior. Por tanto, hay una nueva opción en marcha para los mismos o para otros licitadores, así que en teoría no afectaría la sentencia administrativa.

La asociación provincial no lo entiende así. De hecho, el viernes presentó un nuevo recurso ante el TACRC solicitando una medida provisional de suspensión de la efectividad de ese anuncio. Entre otros motivos, porque puede «crear expectativas a terceros licitadores» en tanto no quede definitivamente resuelta la adjudicación del anterior expediente de licitación, ya que entiende que «se ha declarado la nulidad de la actividad administrativa». Desde el Concello señalaron que recibieron el viernes a última hora la resolución del tribunal madrileño y que la analizarán mañana con los servicios técnicos municipales.

La asociación provincial ya había presentado la semana pasada un recurso ante el Concello contra la desestimación de su justificación de la baja temeraria, insistiendo en que no se había motivado por qué los excluyeron, generándole por tanto «indefensión».

Además de todas las resoluciones y recursos, desde la entidad provincial de empresarios de hostelería valoraron todo el proceso. Asegura que lleva 40 años representando a más de 1.500 asociados en la provincia, gestionando escuelas de formación homologadas con más de 300 alumnos anuales, «extremo que Garfio de Barizo o el Ayuntamiento de Carballo no pueden acreditar». Y que ha presentado un informe que «justifica de forma fehaciente» el precio de su oferta, con un desglose de actividades y materiales a usar durante todo el proyecto «bajo estándares de máxima calidad». Critica que en la nueva licitación se omitan características relacionadas con el objeto del contrato «para intentar permitir» que una empresa sin experiencia en formación pueda ser adjudicataria. Lamenta que no se valore la solvencia técnica de los licitadores, ni tampoco la formación en cocina, «sino los méritos de los licitadores en forma de estrellas Michelin o soles Repsol, «circunstancia que no acredita ningún tipo de solvencia relacionado con el objeto del concurso, que es la formación en cocina. Un buen cocinero -añade- no significa un buen docente». Y sobre el hecho que su oferta sea un 31 % inferior al precio de licitación, aseguran que ese porcentajes es justamente lo que el Concello pide de más con respecto, por ejemplo, a lo que adjudica un curso similar de la Xunta.